Una forma efectiva que podemos implementar para saber el valor nutricional que nos aporta un producto empaquetado es mirar su etiqueta nutricional. El problema es que esas etiquetas pueden ser confusas si no sabemos exactamente qué buscar y quizás no le saquemos la información que verdaderamente necesitamos.
Pero lo cierto es que, gracias a regulaciones gubernamentales, estas etiquetas deben decirnos todo lo que necesitamos saber, no solo para entender de manera nutricional lo que nos aporta el producto, sino también para saber exactamente que contenido hay en él. Por ello aprender a leer las etiquetas nutricionales es de vital importancia.
5 pasos para entender las etiquetas nutricionales
1. Asegúrate de que puedes identificar todos los ingredientes
Una manera simple de evaluar un producto alimenticio es mirar toda la lista de ingredientes, y ver si sabemos que es exactamente cada uno. Si hay un ingrediente que no conoces, es buena idea buscar qué es, antes de comprar o consumir el producto.
Mientras una lista de ingredientes sea más corta, hay más posibilidades de que conozcas cada ingrediente. Además en las listas más largas, suelen encontrarse una mayor cantidad de aditivos químicos.
2. Presta atención al orden de los ingredientes
Una de las leyes regulatorias en las etiquetas nutricionales es que los ingredientes deben estar ordenados por cantidad. Es decir, el primer ingrediente que aparece en la lista es el que se encuentra en mayor cantidad dentro del producto, y así sucesivamente.
De esta manera puedes identificar si un producto como el pan, tiene más grano integral que harina refinada por ejemplo. También puedes ver que cantidad de azúcar o de colorante tiene un producto.
3. Chequea el tamaño de las porciones
En la etiqueta aparece el tamaño de la porción, el cual es importante para saber cuántas calorías, grasa y azúcar se encuentra en cada una de ellas. Esto es relevante, porque muchas veces por el tamaño del paquete podemos asumir un tamaño de porción equivocado, y consumir más calorías de las necesarias.
4. Presta especial atención a tus necesidades personales
Identifica en la etiqueta nutricional la información que sea más relevante para ti específicamente. Por ejemplo, si tienes problemas con tus niveles de azúcar en la sangre, es vital que evalúes la cantidad de azúcar y de carbohidratos que contiene el producto. Si tu problema es de peso, en cambio, quizás quieras concentrarte en la cantidad de calorías.
5. No te dejes engañar por las etiquetas principales
La mayoría de productos contienen mensajes y etiquetas en su parte frontal que funcionan más como publicidad que como cualquier otra cosa. Muchas veces ofrecen información real y necesaria, pero otras veces pueden confundirnos y darnos ideas erróneas del producto.
De esta manera, se hace estrictamente necesario que veamos y evaluemos la etiqueta nutricional, y no dejar que las etiquetas principales nos guíen en nuestra decisión de consumir un producto.
Conclusión
Para llevar el mejor de los controles sobre nuestra propia nutrición, se hace necesario ser capaces de leer e interpretar correctamente las etiquetas nutricionales de los productos. Afortunadamente, esto es una tarea sumamente sencilla que podemos hacer siguiendo estos simples pasos. Una vez los tengamos dominados sabremos exactamente qué estamos consumiendo y como se adapta a nuestras necesidades.
Referencia
- Newcomer, L. How to Read Nutrition Labels (And Not Get Duped). Para Dailyburn. [Revisado en marzo de 2018]