El mundo del fitness evoluciona constantemente. Entre las técnicas más versátiles y efectivas se encuentra el entrenamiento en suspensión. Esta modalidad, popularizada por el uso del sistema TRX, permite trabajar todo el cuerpo utilizando el propio peso corporal.
Su enfoque funcional y adaptable lo convierte en una excelente opción para personas de todos los niveles. Si buscas una rutina diferente que desafíe tu equilibrio, fuerza y control corporal, este tipo de entrenamiento puede ser ideal para ti.

¿Qué es el entrenamiento en suspensión?
El entrenamiento en suspensión utiliza correas ajustables ancladas en un punto fijo. A través de ellas, el cuerpo se suspende parcialmente para realizar diferentes ejercicios.
La principal ventaja de este sistema es que permite modificar la intensidad fácilmente. Solo basta cambiar la posición del cuerpo respecto al punto de anclaje. Esto hace que sea útil tanto para principiantes como para atletas experimentados.
Trabaja todos los grupos musculares, mejora la postura y refuerza la coordinación y el control del movimiento.
Beneficios del entrenamiento en suspensión
Mejora la fuerza funcional
Este tipo de entrenamiento imita patrones de movimiento naturales. Los ejercicios involucran varios grupos musculares al mismo tiempo.
Esto fortalece no solo los músculos principales, sino también los estabilizadores. Como resultado, desarrollas una fuerza funcional útil para la vida diaria y el deporte.
Aumenta la estabilidad central
Cada ejercicio requiere activación constante del core. Esta zona se mantiene activa para estabilizar el cuerpo durante los movimientos.
El resultado es una mayor estabilidad central, lo que se traduce en una postura más fuerte y menos riesgo de lesiones.
Mejora el equilibrio y la coordinación
La inestabilidad generada por las correas obliga al cuerpo a trabajar en la propiocepción. Es decir, la conciencia del cuerpo en el espacio.
Esto mejora tu equilibrio, agilidad y capacidad de reacción ante cambios de dirección o superficies irregulares.
Es adaptable y portátil
Puedes instalar un sistema TRX en casa, en el parque o llevarlo de viaje. Solo necesitas un punto de anclaje seguro.
Además, puedes ajustar cada ejercicio según tu nivel, sin necesidad de cargas externas ni equipamiento adicional.
Ejercicios clave con TRX para empezar
Remo en suspensión
Sujeta las correas con ambas manos. Inclina el cuerpo hacia atrás con los brazos extendidos. Lleva el pecho hacia las manos activando la espalda.
Realiza 3 series de 10 a 12 repeticiones.
Trabaja la espalda, los brazos y el core. Mejora la postura y la fuerza de tracción.
Sentadilla con suspensión
Sujeta las correas y da un paso atrás. Realiza una sentadilla controlada manteniendo la espalda recta. Usa las correas como asistencia.
Haz 3 series de 15 repeticiones.
Fortalece piernas, glúteos y mejora el equilibrio.
Plancha en suspensión
Coloca los pies en las correas y apóyate sobre los antebrazos. Mantén el cuerpo en línea recta sin hundir la cadera.
Mantén durante 30 segundos y repite 3 veces.
Este ejercicio desafía directamente la estabilidad central y el control corporal.
Pike con TRX
Desde la posición de plancha, eleva las caderas hacia el techo formando una “V”. Regresa lentamente a la plancha.
Haz 3 series de 8 repeticiones.
Desarrolla fuerza abdominal, control y movilidad de cadera.
Consejos para un entrenamiento en suspensión seguro
Verifica el anclaje
Antes de cada sesión, revisa que el punto de anclaje sea estable y que las correas estén bien sujetas.
Mantén el core activo
En todo momento, activa el abdomen. Esto protege la columna y mejora el rendimiento de cada ejercicio.
Controla la velocidad
Evita movimientos bruscos. El control es más importante que la velocidad. Aumenta la intensidad solo cuando domines la técnica.
Adapta el ángulo
Para ajustar la dificultad, modifica la inclinación del cuerpo. Cuanto más horizontal, mayor será el esfuerzo.
¿Quiénes pueden practicar entrenamiento en suspensión?
Este tipo de entrenamiento es apto para todos. Personas mayores, principiantes, deportistas o quienes buscan rehabilitación pueden beneficiarse.
Es una excelente alternativa para quienes desean mejorar su fuerza funcional sin impacto ni grandes cargas. Además, puede usarse como complemento a otros entrenamientos o deportes.
¿Con qué frecuencia realizarlo?
Puedes practicarlo entre dos y cuatro veces por semana. Alterna los grupos musculares y combina con rutinas cardiovasculares o de movilidad.
En sesiones de 30 a 45 minutos puedes obtener grandes beneficios. La clave es la constancia y la progresión adecuada.

El entrenamiento en suspensión es una herramienta poderosa para trabajar todo el cuerpo. Con el sistema TRX puedes desarrollar fuerza funcional, mejorar tu equilibrio y aumentar tu estabilidad central.
No requiere mucho espacio ni materiales. Solo tu cuerpo, ganas de aprender y constancia. Si buscas una rutina diferente, dinámica y efectiva, esta puede ser una excelente elección.
Empieza con movimientos básicos, escucha a tu cuerpo y disfruta del proceso. Tu cuerpo te lo agradecerá con fuerza, control y funcionalidad.