La ira es un catalizador poderoso. Lleva a las personas a actuar de forma inmediata y, sobre todo, drástica. Muchas veces, en lugar de intentar lidiar con el enojo, optamos por exteriorizar sin procesarlo primero. Esto se debe a que la ira, ya sea dirigida o indirecta, suele ser la respuesta a una necesidad comunicativa.
Sin embargo, lo curioso de esta reacción del subconsciente es que tiende a alejar a la persona de su objetivo, ya que afecta de forma negativa las relaciones interpersonales. Así que, si lo que realmente buscas es ser escuchado y comprendido, deja a un lado los sentimientos negativos y descubre cómo la gente con alta inteligencia emocional puede manejar su enfado.
Cómo afrontar con inteligencia emocional el enfado
1. Recupera la compostura
Antes de tomar cualquier acción, debes tratar de comprender qué sucede realmente contigo. Ciertamente, mientras estás enojado, se imposibilita pensar con claridad y analizar situaciones. Esto se debe a que, cuando los centros emocionales del cerebro humano están muy activos, aquellas zonas encargadas del pensamiento lógico y la racionalidad se ven afectadas de forma negativa.
Para corregir esta circunstancia respira, da un paseo o distráete con alguna película. Realiza también actividades que te ayuden a calmar las emociones negativas; por ejemplo, el yoga, la meditación y el ejercicio son excelentes actividades para ayudarte a recuperar la compostura. Una vez que seas tú de nuevo, serás capaz de planear tus actos con algo de perspectiva.
2. Comprende tu emoción
Muchas veces, solemos confundir la ira con tristeza o el hecho de sentirse herido. Antes que cualquier otra cosa, debes averiguar qué sientes realmente. Una vez que lo hagas, tendrás más claro qué es lo que quieres comunicar y cómo lidiar con esa emoción.
3. Asume la responsabilidad
Es muy fácil culpar a los demás por lo que sentimos. Cuando nos sentimos cansados, hambrientos o tan siquiera infelices, solemos poner toda la responsabilidad en factores externos a nosotros mismos: una pareja, un familiar, el trabajo, etc.
Casi siempre, estos objetivos son personas cercanas a ti. Para poder lidiar con la ira de forma saludable debes entender que es una emoción que viene de ti mismo, y que sólo tú puedes hacer algo al respecto.
4. Busca la causa
Encontrar causas es, en casi todos los casos, mucho más útil que encontrar culpables. Céntrate en descubrir porqué estás enojado, triste o frustrado. Eso te centrará en ti mismo.
Según diferentes estudios en el campo de psicología, las emociones negativas nos vuelven egocéntricos. Te centran tanto en ti mismo que no hay lugar para la opinión o la perspectiva de otro. Es en este punto cuando necesitas una emoción un poco más útil: la curiosidad.
Investiga al otro. Trata de descubrir porqué actúa como actúa y, en lugar de caer en la confrontación, pregunta con genuino interés por las razones. Muchas veces no se trata de tener o no malas intenciones, sino de que la gente comete errores o enoja a otros accidentalmente.
5. Piensa en el otro
En el mundo existen cientos de miles de millones de personas, y no todas pueden esperar pensar igual. Muestra respeto y consideración por los demás. Si muestras que los otros te importan, de una pelea puede salir una estupenda oportunidad para tener una verdadera conversación profunda.
Si te acercas a las personas desde la agresividad, se sentirán a la defensiva y responderán con el mismo enojo con que los tratas.
6. Exprésate correctamente
Comunica tus sentimientos de forma abierta, desde el «yo pienso», «yo creo», «yo siento»… pero no te quedes ahí. Pídele al otro que comparta su perspectiva y que participe con sinceridad. Muestra interés por su opinión y explorad juntos cómo llegar a un acuerdo.
Referencias
- Seppala, E. 6 ways highly emotionally intelligent people deal with anger. Para Business Insider [Revisado en Diciembre de 2017].