Guía de la malnutrición: síntomas y tratamiento

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Contenido del artículo

Que una persona sufra de malnutrición no significa que su ingesta de comida sea menor de lo que debería, como muchos podemos pensar. Estar malnutrido significa que se está consumiendo una cantidad demasiado pequeña o demasiado alta de ciertos nutrientes, y ambas situaciones son perjudiciales para la salud.

Son diversos los factores que influyen en su aparición, como pueden ser el entorno en el que vive la persona o los recursos de los que dispone, y las consecuencias que acarrea van desde retraso del crecimiento hasta la diabetes o enfermedades del corazón. Por ello, es conveniente estar informado acerca de esta patología y de cómo prevenirla.

¿Qué es y cómo se trata la malnutrición?

¿Qué es la malnutrición?

Podemos distinguir dos tipos de malnutrición: una en la cual suele haber una deficiencia de ciertas vitaminas o minerales, como la vitamina A o hierro (Ahmed, Hossain y Sanin, 2012), o también de calorías, proteínas y/o micronutrientes; y otra en la que, a pesar de que el problema se pueda manifestar con obesidad o sobrepeso, existe también una posible deficiencia de nutrientes básicos, ya que la dieta de la persona que la sufre se suele basar en fritos y azúcares.

Estas dos modalidades de malnutrición se denominan desnutrición y sobrenutrición; mientras que la segunda se manifiesta, como hemos dicho, a través de la obesidad y el sobrepeso, la desnutrición lleva al enlentecimiento del crecimiento, la debilidad y el bajo peso.

La desnutrición y la sobrenutrición son 2 tipos de malnutrición

Signos y síntomas de la malnutrición

Conocer los síntomas es la manera en que se puede deducir qué tipo de malnutrición se está padeciendo para darle el tratamiento adecuado.

La desnutrición causa pérdida de peso, de grasa o de masa muscular; estómago hinchado; piel y pelo secos; fatiga, mayor tiempo de curación para las heridas, y hasta problemas psicológicos como la depresión y la ansiedad (Morley, sf).

La falta de minerales y vitaminas, por su parte, se presenta también con una larga lista de deficiencias entre las cuales encontramos la ceguera nocturna o el funcionamiento deteriorado del cerebro (Ahmed, Hossain y Sanin, 2012).

En el caso de la sobrenutrición, las personas que la padecen suelen tener una ingesta inadecuada de ciertas vitaminas y minerales, por lo que el nivel de éstos en sangre es más bajo de lo que debería. Disponemos del ejemplo de un estudio realizado a 285 adolescentes, en el que cual se observaba que el nivel de vitaminas A y E en aquellos que sufrían malnutrición era entre el 2% y el 10% menor que en aquellos con un peso normal (Neuhouser et al., 2001).  

Las personas con sobrenutrición comen grasas y azúcares en exceso

¿Cómo se diagnostica la malnutrición?

Aunque la sobrenutrición puede dar más dificultades a la hora de averiguar si existe una falta de nutrientes, los profesionales de la salud disponen de diferentes técnicas para poder diagnosticar la malnutrición, entre ellas la pérdida de peso y el Índice de Masa Corporal, pruebas sanguíneas sobre el nivel de micronutrientes y exámenes físicos (Bharadwaj et al., 2016).

¿Cómo se diagnostica la malnutrición?

Efectos de la malnutrición a largo plazo

La desnutrición en edad infantil puede desembocar en el desarrollo de enfermedades crónicas en la edad adulta (Sawaya, Martins, Hoffman y Roberts, 2003). Por ejemplo, se incrementa el riesgo de sufrir obesidad, enfermedades del corazón o diabetes (Martins et al., 2011). Por su parte, la sobrenutrición puede llevar también al desarrollo de enfermedades de corazón o de diabetes de tipo 2, debido en parte al elevado Índice de Masa Corporal que caracteriza a las personas con obesidad (Abbasi, Juszczyk, van Jaarsveld y Gulliford, 2017).

La obesidad es uno de los efectos de la malnutrición

Causas comunes de la malnutrición

Las causas de la malnutrición son diversas y no hacen distinciones entre países desarrollados y subdesarrollados, estando normalmente relacionadas con el entorno de quien la sufre y con las condiciones económicas y médicas de dicha persona.

Entre las principales causas encontramos la falta o dificultad de acceso a una alimentación básica, problemas digestivos que puedan afectar a la absorción de los nutrientes, el consumo excesivo de alcohol, desórdenes o enfermedades mentales, y discapacidades o impedimentos físicos que compliquen la obtención y/o preparación de comida.

Principales causas de la malnutrición

¿Quién puede sufrir malnutrición?

Como en otros tipos de enfermedad, hay ciertos sectores de población que son más propensos a sufrir malnutrición, ya sea por edad o por su condición física o de salud.

En el caso de la malnutrición, los grupos con más tendencia a padecerla son aquellos pertenecientes a países en desarrollo en los que el acceso a la comida es limitado; individuos con una necesidad más acuciante de nutrientes, como niños en edad de crecimiento o mujeres embarazadas o en período de lactancia; personas que viven en la pobreza o con dificultades económicas; ancianos que viven solos o que tienen alguna discapacidad; o personas con problemas que afecten a la absorción de nutrientes.

Los ancianos tienen riesgo de padecer malnutrición

Prevención y tratamiento de la malnutrición

La información y educación son un elemento crucial en lo que a la prevención y tratamiento de la malnutrición se refiere. Aparte del esfuerzo que gobiernos, escuelas y otras organizaciones deban hacer para llevar esto a cabo, el hecho de incluir hierro, zinc, yodo y otros suplementos en la dieta de quien sufra malnutrición es uno de los tratamientos más efectivos (Bhutta et al., 2008).

Por otra parte, la estrategia más inteligente a la hora de ayudar a personas con sobrenutrición sería enseñarles a comer de manera más sana y animarlos a llevar un estilo de vida que incluya el ejercicio físico (Brown y Summerbell, 2009). En este sentido, cuidar la dieta para recibir la cantidad que nuestro sistema requiere de proteínas, hidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua es la base para prevenir este problema.

Cuándo acudir al médico en caso de malnutrición

Conclusión

La malnutrición es un problema que se extiende a todo el mundo. A pesar de que sea más fácil pensar que una persona está malnutrida cuando la vemos muy delgada, el caso contrario puede acarrear los mismos problemas, existiendo la posibilidad de desarrollar enfermedades crónicas si no se trata y se da un giro en la dieta hacia un estilo de vida saludable.

Siempre hay sectores de la población que son más propensos a sufrir ciertas enfermedades, y la malnutrición sigue este ejemplo. Ciertos grupos se ven abocados a sufrirla por no disponer de los recursos necesarios para llevar una alimentación sana, o simplemente para disponer de comida. En cualquier caso, la acción de los gobiernos e instituciones correspondientes a la hora de educar en este sentido, y la disponibilidad de servicios médicos y la asistencia recibida de los mismos es crucial para tratar la malnutrición y evitar que se convierta en un problema de larga duración.

Cómo evitar y prevenir la malnutrición

Referencias

  • Abbasi, A., Juszczyk, D., van Jaarsveld, C. H. M. y Gulliford, M. C. (2017). Body Mass Index and Incident Type 1 and Type 2 Diabetes in Children and Young Adults: A Retrospective Cohort Study. Journal of the Endocrine Society. doi: 10.1210/js.2017-00044
  • Ahmed, T., Hossain, M. y Sanin, K. (2012). Global burden of maternal and child undernutrition and micronutrient deficiencies. Annals of Nutrition and Metabolism. doi: 10.1159/000345165
  • Bharadwaj, S., Ginoya, S., Tandon, P., Gohel, T. D., Guirguis, J., Vallabh, H., Jevenn, A. y Hanouneh, I. (2016). Malnutrition: laboratory markers vs nutritional assessment. Gastroenterology Report. doi: 10.1093/gastro/gow013 
  • Bhutta, Z. A., Ahmed, T., Black, R. E., Cousens, S., Dewey, K., Giugliani, E., Haider, B. A., Kirkwood, B., Morris, S. S., Sachdev, H. P. y Shekar, M. (2008). What works? Interventions for maternal and child undernutrition and survival. The Lancet. doi: 10.1016/S0140-6736(07)61693-6
  • Brown, T. y Summerbell, C. (2009). Systematic review of school-based interventions that focus on changing dietary intake and physical activity levels to prevent childhood obesity: an update to the obesity guidance produced by the National Institute for Health and Clinical Excellence. Obesity Reviews. doi: 10.1111/j.1467-789X.2008.00515.x
  • Martins, V., Toledo Florencio, T., Grillo, L. P., Franco, M. C. P., Martins, P. A., Clemente, A. P. G., Santos, C. D. L., Vieira, M. F. A. y Sawaya, A. L. (2011). Long-lasting Effects of Undernutrition. International Journal of Environmental Research and Public Health. doi: 10.3390/ijerph8061817 
  • Morley, JE. (sf). Undernutrition. Merck Manual Consumer Version. Recuperado de: https://www.merckmanuals.com/home/disorders-of-nutrition/undernutrition/undernutrition
  • Neuhouser, M. L., Rock, C. L., Eldridge, A. L., Kristal, A. R., Patterson, R. E., Cooper, D. A., Neumark-Sztainer, D., Cheskin L. J. y Thornsquist, M. D. (2001). Serum concentrations of retinol, alpha-tocopherol and the carotenoids are influenced by diet, race and obesity in a sample of healthy adolescents. The Journal of Nutrition. doi: 10.1093/jn/131.8.2184
  • Sawaya, A. L., Martins, P., Hoffman, D. y Roberts, S. B. (2003). The link between childhood undernutrition and risk of chronic diseases in adulthood: a case study of Brazil. Nutrition Reviews, 61 (5), 168-75.

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