La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra naturalmente en la leche de la mayoría de los mamíferos. La intolerancia a la lactosa es una condición caracterizada por síntomas tales como dolor de estómago, hinchazón, gases y diarrea, que son causados por la mala absorción de lactosa.
En los humanos, una enzima conocida como lactasa es responsable de descomponer la lactosa para la digestión. Esto es particularmente importante en los bebés que necesitan lactasa para digerir la leche materna. Sin embargo, a medida que los niños crecen, generalmente producen menos y menos lactasa.
En la edad adulta, hasta el 70% de las personas ya no producen suficiente lactasa para digerir correctamente la lactosa en la leche, lo que provoca síntomas cuando consumen productos lácteos.
Descubre los 4 señales más comunes de intolerancia a la lactosa.
4 señales de intolerancia a la lactosa
1. Dolor de estomago e hinchazón
El dolor de estómago y la hinchazón son síntomas comunes de la intolerancia a la lactosa tanto en niños como en adultos.
Cuando el cuerpo no puede descomponer la lactosa, esta pasa a través del intestino hasta que alcanza el colon. Los carbohidratos como la lactosa no pueden ser absorbidos directamente en el colon, pero pueden ser fermentados y descompuestos por las bacterias que viven allí, conocidas como microflora. Esta fermentación causa la liberación de ácidos grasos de cadena corta, así como hidrógeno, metano y dióxido de carbono.
El aumento resultante en ácidos y gases puede provocar dolor de estómago y calambres. El dolor generalmente se localiza alrededor del ombligo y en la mitad inferior de la barriga. Por su parte, la sensación de hinchazón es causada por un aumento de agua y gas en el colon, que hace que la pared del intestino se estire, también conocida como distensión.
2. Aumento de gases
La fermentación de lactosa en el colon aumenta la producción de los gases hidrógeno, metano y dióxido de carbono. De hecho, en personas con intolerancia a la lactosa, la microflora del colon se vuelve muy buena para fermentar la lactosa en ácidos y gases. Esto da como resultado que se fermente más lactosa en el colon, lo que aumenta aún más las flatulencias.
Curiosamente, los gases producidos a partir de la fermentación de lactosa no tienen olor. De hecho, el olor de la flatulencia proviene de la descomposición de las proteínas en el intestino, no de los carbohidratos.
3. Estreñimiento
El estreñimiento se caracteriza por heces duras e infrecuentes, sensación de movimientos intestinales incompletos, malestar estomacal, hinchazón y esfuerzo excesivo. A su vez, puede ser otra indicación de intolerancia a la lactosa.
Como las bacterias en el colon fermentan lactosa no digerida, producen gas metano. Se cree que el metano ralentiza el tiempo que le toma a la comida moverse a través del intestino, lo que provoca estreñimiento en algunas personas.
El estreñimiento no se asocia comúnmente con la intolerancia a la lactosa, aunque se ha informado como un síntoma. Otras causas de estreñimiento incluyen deshidratación, falta de fibra en la dieta, ciertos medicamentos, síndrome del intestino irritable, diabetes, hipotiroidismo, enfermedad de Parkinson y hemorroides.
4. Diarrea
La intolerancia a la lactosa causa diarrea al aumentar el volumen de agua en el colon, lo que aumenta el volumen y el contenido líquido de las heces. Es más común en bebés y niños pequeños que en adultos.
En el colon, la microflora fermenta la lactosa para formar ácidos grasos de cadena corta y gases. La mayoría, de estos ácidos se absorben nuevamente en el colon. Los ácidos sobrantes y la lactosa aumentan la cantidad de agua que el cuerpo libera en el colon.
Hay muchas causas de la diarrea aparte de la intolerancia a la lactosa. Estos incluyen tu dieta, otros tipos de malabsorción, medicamentos, infecciones y enfermedades inflamatorias del intestino.
Referencia
- Mandl, E. 5 Signs and Symptoms of Lactose Intolerance. Para Healthline [Revisado en marzo de 2018]