De seguro has visto en los diversos productos de comida disponibles en el mercado un término conocido como «saborizantes naturales«. Estos, en una definición abreviada, son agentes saborizantes que emplean los fabricantes de alimentos en sus productos para añadirle un sabor adicional a los mismos.
Sin embargo, en ocasiones este término puede resultar más que confuso, inclusive engañoso en algunas instancias. Conoce que son realmente estos saborizantes tan usados hoy en día, su respectiva comparación con los saborizantes artificiales y los posibles problemas de salud que podrían traerte.
Guía de los saborizantes naturales
1. ¿Qué son realmente los saborizantes naturales?
Para empezar, hay que ver realmente qué son estos saborizantes. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA en su acrónimo ingles) de los Estados Unidos, los saborizantes naturales son componentes creados a partir de sustancias extraídas de las siguientes fuentes (tanto animales como vegetales):
- Especias.
- Frutas o jugo de frutas.
- Verduras o jugo de verduras.
- Levadura comestible, hierbas, corteza de árboles, brote de plantas, hojas de raíces o material vegetal.
- Productos lácteos, incluidos los productos fermentados,
- Carne, aves, marisco y huevos.
Estos saborizantes se obtienen calentando o tostando el material animal o vegetal. Además, cabe destacar que los fabricantes utilizan cada vez más enzimas para extraer compuestos saborizantes de las fuentes vegetales para ayudar a satisfacer la demanda de sabores naturales.
El pequeño detalle, realmente, está en el hecho de que esta demanda se ha vuelto enorme, llegando a un punto que el uso de saborizantes naturales sea tan amplio como el uso de la sal, agua o el azúcar; todo esto teniendo en cuenta que estos saborizantes son empleados más que nada para aumentar el sabor, y no necesariamente para aportar nuevos nutrientes al alimento.
2. ¿Qué significa realmente «natural»?
El uso de la esta palabra en los alimentos es algo controvertido entre las personas. Las investigaciones han demostrado que, cuando la palabra «natural» aparece en el empaque de un alimento, las personas generalmente tienden a formar opiniones positivas del mismo solamente por la presencia de esta palabra.
La cuestión es que la FDA nunca ha dado una definición precisa del termino natural, y esto hace que básicamente esta palabra pueda usarse para calificar casi cualquier tipo de comida. ¿Qué conlleva esto? una sola cosa: Que la palabra «natural» en los alimentos representa más bien poco, y que no necesariamente indica que algo carece de químicos u otros aditivos.
Hay que destacar que los saborizantes naturales en su producción son mezclados a veces con más de 100 químicos diferentes, desde conservantes hasta disolventes (los cuales son definidos como «aditivos incidentales»); y aún con todos los procesos químicos por los cuales estos pasan, los fabricantes de alimentos pueden catalogar sus saborizantes como «naturales», todo porque estos vienen de un origen animal o vegetal, y no se encuentran obligados a revelar si estos aditivos son de fuentes naturales o artificiales.
3. ¿Qué ingredientes están clasificados como saborizantes naturales?
Existen cientos de saborizantes naturales creados por los químicos de alimentos (es decir, aquellos ingenieros químicos especializados en la parte alimenticia). Aquí una pequeña lista de los saborizantes más comunes y concurrentes en los alimentos.
- Acetato de amilo: este compuesto es normalmente destilado a partir de plátanos con el fin de proporcionar un sabor a banana en productos horneados.
- Citral: también se le conoce como geranial, y es extraído a partir del limón, hierbas de limón, naranja y pimiento. Generalmente puede utilizarse en bebidas y dulces para otorgarles sabores cítricos.
- Benzaldehído: este producto químico es extraído a partir de almendras, aceite de canela y otros ingredientes. Es utilizado con frecuencia para dar a los alimentos un sabor y aroma de almendra.
- Castoreum: este es el que quizás tiene la fuente más rara y extraña, ya que proviene de las secreciones anales de los castores. A veces puede utilizarse como un sustituto de la vainilla, aunque esto es raro debido al alto costo que posee.
Existen además otros saborizantes relativamente comunes como los siguientes.
- Éter de Linden: Sabor a miel
- Lactona de massoia: Sabor a coco
- Acetoína: Sabor de mantequilla
Todos estos sabores también pueden producirse utilizando productos químicos artificiales creados en un laboratorio, y aun así al vender el producto, podrían ser mostrados a través del nombre de saborizantes naturales por el origen de su fuente.
4. ¿Deberías elegir saborizantes naturales en lugar de los artificiales?
A simple instancia, podría parecerte mucho más saludable y razonable optar por los saborizantes naturales, simplemente por lo que el nombre nos indica y la mala percepción que generalmente se puede tener de la palabra «artificial» en cuanto a alimentos. Sin embargo, en términos de composición química, los dos son más que similares.
De hecho, los saborizantes artificiales contienen a veces menos productos químicos que aquellos presuntamente naturales. También algunos científicos especializados en alimentos han argumentado que los sabores artificiales son realmente más seguros, todo porque se realizan en condiciones de laboratorio mucho más estrictas, y poseen un método de creación más riguroso que los naturales.
Así que en general se puede decir que no existe ninguna ventaja saludable para tu organismo en lo que se refiere a consumir saborizantes naturales en lugar de artificiales, y más bien en ocasiones los saborizantes artificiales pueden resultar un poco mejor que estos.
5. ¿Son los saborizantes naturales seguros?
Antes de que los sabores naturales o artificiales puedan agregarse a los alimentos, deben ser evaluados por un panel de expertos de la Asociación de Fabricantes de Sabor y Extractos (FEMA en su acrónimo inglés) para confirmar que estos cumplen con todas las normas de seguridad correspondientes a nivel mundial.
Estos resultados son publicados y divulgados por la FDA, y si el saborizante cumple con los criterios correspondientes llega a recibir la clasificación de «reconocido generalmente cono seguro», haciendo que se una a la lista de sustancias extensas de futuras evaluaciones por parte de la FDA, aunque esto no evita que otras organizaciones internacionales puedan hacer más evaluaciones, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA en su acrónimo inglés).
A pesar de todas estas evaluaciones, siempre han sido objeto de críticas y dudas por parte de científicos y grupos quienes piensan que en ocasiones se oculta información respecto a lo saludable de estos saborizantes, pero en la mayoría de los casos los saborizantes naturales son seguros en cuanto a un consumo ocasional por parte de la comida procesada; aún cuando siempre existe la posibilidad de reacciones adversas por la cantidad de químicos usados.
Conclusión
Como se ha visto, los saborizantes naturales quizás puedan tener un origen natural, y aunque sean procesados y evaluados por distintas instituciones para ver qué tan sanos son los mismos, no quita el hecho de que la mayoría de estos pasen por cientos de químicos distintos antes de estar en su forma de producto final.
Desde un punto de vista saludable y seguro, lo más recomendable para ti es que simplemente evites en la medida de lo posible el consumo de alimentos que posean saborizantes naturales, y simplemente te limites a escoger para tu alimentación productos frescos, naturales y sin muchos procesos por encima.
Referencia
- Spritzler, Franziska. Natural Flavors: Should You Eat Them? Para Authoritynutrition [Revisado en Enero de 2017].