Nuestra dieta influye completamente en nuestra salud y bienestar. Esto es algo que muchos de nosotros ya suponemos, pero ahora se ha realizado una investigación científica muy exhaustiva al respecto.
Para ello, se ha investigado el estilo de vida de una población indígena de la Amazonia boliviana llamada los Tsimane, los cuales, gracias a su forma de vida y alimentación no muestran casi ninguna enfermedad cardíaca. Asimismo, tienen una hipertensión mínima, una baja prevalencia de obesidad y sus niveles de colesterol son relativamente saludables (Kraft et al. 2018).
Por otro lado, la incidencia de diabetes tipo 2 en sus vidas es mínima, lo que lleva a los científicos a considerar el papel que juega la dieta en la salud cardiovascular de los Tsimane, y cómo esta podría verse afectada a medida que la población se expone más a la globalización y las fuerzas del mercado.
Evidencia científica del impacto de la dieta en la salud
Los antropófagos de la UC Santa Bárbara Thomas Kraft y Michael Gurven son parte del Tsimane Health and Life History Project, un proyecto apoyado por los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, que realizaron el primer estudio sistemático que examina lo que un Tsimane consume regularmente, comparándolo con el de Moseten, una población vecina con un lenguaje y ascendencia similar, pero cuyos hábitos alimenticios y formas de vida se ven más afectados por la influencia occidental.
Gurven expresó lo siguiente»un trabajo anterior demostró que los Tsimane tienen una gran salud cardiovascular, así que hay mucho interés en comprender por qué y cómo». Para ello, realizaron un análisis detallado de la dieta Tsimane y luego se comparó con lo que comen típicamente los estadounidenses actuales y con las dietas que afirman ser saludables para el corazón.
¿En qué se basa la dieta Tsimane?
La dieta Tsimane es alta en calorías (2.433-2.738 kcal/día). Se caracteriza por un alto consumo de carbohidratos y proteínas, y un bajo consumo de grasas (64, 21 y 15% de la dieta, respectivamente). Además, los Tsimane no comen una gran variedad de alimentos, en relación con la dieta promedio de los Estados Unidos o Moseten.
Casi dos tercios de sus calorías derivan de los carbohidratos complejos, en particular de los plátanos y el arroz. Otro 1% proviene de más de 40 especies de peces, y el 6% de caza silvestre. Sólo el 8% de la dieta provino de los mercados externas.
A pesar de la baja diversidad dietética, los investigadores encontraron poca evidencia de deficiencias de micronutrientes en la ingesta diaria de Tsimane. El calcio y algunas vitaminas (D, E y K) escaseaban, pero la ingesta de potasio, magnesio y selenio, a menudo relacionado con la salud cardiovascular, superaba con creces los niveles de EE. UU. Por otro lado, la ingesta de fibra dietética fue casi el doble de los niveles de EE.UU. y Moseten.
A lo largo de los cinco años del estudio, los investigadores observaron que la ingesta total de energía y carbohidratos de los Tsimane aumentaba significativamente, especialmente en las aldeas cercanas a las ciudades de mercado. Por otro lado, su consumo de aditivos alimentarios (manteca de cerdo, aceite, azúcar y sal) también ha aumentado significativamente. En cambio, los Moseten, consumían sustancialmente más azúcar y aceite de cocina que los Tsimane.
Mejor tipo de dieta en la salud
Los investigadores concluyeron que una dieta rica en energía y rica en hidratos de carbono complejos se asocia con un bajo riesgo de enfermedad cardiovascular, al menos cuando se combina con un estilo de vida físicamente activo (los adultos de Tsimane caminan aproximadamente 17.000 pasos por día, en comparación con los 5.100 de los estadounidenses).
Alejarse de una dieta rica en fibra y baja en grasa, sal y azúcar procesada representa un grave riesgo para la salud de las poblaciones en transición. En este sentido, la evidencia de la transición nutricional en Bolivia es paralela a las tendencias en el aumento de la grasa corporal y el índice de masa corporal entre los Tsimane, lo que sugiere que la baja prevalencia de enfermedades cardiovasculares posiblemente no persista.
Según Gurven, evitar los inconvenientes de cambiar las dietas y los estilos de vida será fundamental para grupos como los Tsimane. Muchas otras poblaciones indígenas en América del Sur, África y el sudeste asiático se encuentran en situaciones similares. Y las tasas de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedad cardíaca son altas entre grupos indígenas cuyas formas de vida ya no son tradicionales, incluidas muchas poblaciones aborígenes de los indios y australianos de América del Norte.
Conclusión
Esta investigación deja claro que los hábitos alimenticios de la sociedad occidental repercuten muy negativamente en la salud, por lo que probablemente tendríamos que aprender mucho de las costumbres alimenticias de las sociedades indígenas no «contaminadas» por las costumbres alimenticias occidentales.
Referencia
- Kraft, T., Stieglitz, J., Trumble, B., Martin, M., Kaplan, H., Gurven, M. (2018). Nutrition transition in 2 lowland Bolivian subsistence populations. The American Journal of Clinical Nutrition. doi: 10.1093/ajcn/nqy250