Las estrategias para perder peso son siempre las mismas: restringes ciertas comidas, duermes bien, haces ejercicio y tu cuerpo se encarga de quemar los kilos de más. Fin de la historia, ¿cierto? Debería ser así, pero la verdad es que no es tan fácil.
La actitud pasiva y monótona que hemos descrito al principio, es la que muchos tenemos ante la pérdida de peso, y es consecuencia de una tradición que se basa en ver a nuestro cuerpo de un modo demasiado simple. Esto nos lleva a estancarnos.
La realidad es que podemos perder peso con más eficiencia aplicando algunas estrategias que rompan el molde y nos saquen de la monotonía. Una de ellas tiene que ver con un principio de nuestro organismo que muchos ignoran: la termogénesis adaptativa, un factor metabólico que todos podemos manipular para perder peso más rápido.
¿Qué es la termogénesis adaptativa?
En términos simples, la termogénesis es la capacidad del cuerpo para generar calor a través de las reacciones metabólicas. Es decir, a partir de los alimentos obtenemos energía que metabolizamos para luego ésta convertirse en calor.
Durante períodos de dietas restrictivas y ejercicio, esta capacidad de generar calor se ve alterada. Nuestro cuerpo se adapta para que no gastemos el mismo calor cuando nos ejercitamos y cuando no lo hacemos. Es a eso a lo que llamamos termogénesis adaptativa.
La teoría nos dice que en períodos de dieta, la termogénesis adaptativa hace que +nuestra capacidad de gastar calorías se vea reducida. Algo similar ocurre cuando atravesamos por cambios climáticos: quemamos más energía en invierno que en verano, y es por eso que cuando llega la temporada de frío necesitamos comer más alimentos que nos den energía. Todo esto es una versión resumida de un proceso complejo, pero basta para fines prácticos.
Cómo usar la termogénesis adaptativa para perder peso
Con lo dicho hasta ahora, es fácil entender el problema a que nos enfrentamos: para perder peso hay que atenuar la termogénesis adaptativa. Pero, ¿cómo?
Un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica de Australia (NHMRC, por sus siglas en inglés) se dio a la tarea de investigar este fenómeno. Para ello, hicieron un experimento sobre un grupo de voluntarios que se sometieron durante seis meses a una dieta calórica restrictiva. El principio teórico que aplicaron fue este: si el cuerpo se adapta a nuestras necesidades de gasto calórico, lo mejor será darle ciertos choques de tanto en tanto para que reaccione.
En el experimento del NHMRC, a los voluntarios se les dividió en dos grupos: un grupo mantendría un dieta estricta y permanente durante los seis meses del estudio, y el otro seguiría la dieta restrictiva por dos semanas, la dejaría durante las dos semanas siguientes, y luego repetiría el ciclo hasta completar los seis meses.
El resultado fue claro: al final, el grupo más laxo había logrado perder en promedio 8 kg más que el grupo que seguía la dieta estricta. Así mismo, acabado el estudio, el grupo qué más perdió peso también fue el más hábil en mantener sus nuevas medidas.
La explicación que dieron los investigadores a los resultados de su experimento fue sencilla y sólida: cuando ingerimos menos alimentos, nuestro cuerpo gasta menos calorías para conservar la poca energía que le llega. Es una estrategia evolutiva que ayudó a sobrevivir a nuestros antepasados en tiempos de necesidad en milenios pasados. No obstante, hemos evolucionado, y sabemos que si introducimos cambios controlados en esa ecuación, nuestra cuerpo tendrá razones para quemar más calorías nuevamente.
Conclusión
La termogénesis adaptativa es un proceso natural de nuestro cuerpo, que nos puede jugar a favor o en contra a la hora de querer perder peso con mayor eficiencia.
Si mantenemos planes de dieta estáticos y prolongados, la termogénesis adaptativa hará que se nos dificulte perder peso. Ahora bien, esto no quiere decir que debamos empezar a restringir calorías un día sí y el siguiente no. Lo mejor es hacer un plan de alimentación cíclico a largo plazo, donde demos al cuerpo al menos dos semanas para adaptarse al menor uso de calorías, antes de darle un choque calórico con alimentos saludables, nunca con calorías vacías.
Aplicando esta estrategia correctamente, lograremos perder peso sin frustrarnos.
Referencia
- Peloquin, A. Overcoming Adaptive Thermogenesis for More Efficient Weight Loss. Para Breaking Muscle. [Revisado en febrero de 2018].