Cuando llega el invierno, los gimnasios y las carreteras pierden mucha de su afluencia de deportistas, y es entonces cuando un deporte de fuerza y resistencia aeróbica comienza a reinar: el esquí nórdico.
Esta versión del esquí, que va ganando popularidad, se caracteriza porque el talón del atleta no va sujeto al esquí. Esto nos representa un estilo de desplazamiento retador y único, pero también significa que debemos aprender su técnica para sacarle el máximo provecho.
Si deseas iniciarte en este deporte de invierno, debes conocer estos consejos te ayudarán a manejar la técnica de desplazamiento del esquí nórdico partiendo desde lo más básico.
¿Cómo es el desplazamiento en esquí nórdico?
En el esquí de fondo (la versión más popular del esquí nórdico) el movimiento más usado es el desplazamiento en diagonal (diagonal striding, como se le conoce en inglés).
El desplazamiento diagonal se divide en dos fases: la patada, que es de donde se toma impulso, y el deslizamiento. Para llevar a cabo correctamente estas dos fases, debemos concentrarnos en mejorar estos tres aspectos:
- Transferencia completa de peso.
- Llevar una pierna por delante.
- Alargar el deslizamiento.
La correcta ejecución de los dos primeros aspectos harán que el deslizamiento se realice correctamente, así que es en estos dos en los que debemos centrarnos.
3 consejos para mejorar en esquí nórdico
1. Transfiere bien el peso antes de deslizarte
Si al cambiar de un pie a otro durante el desplazamiento escuchas el golpe seco del esquí chocando con la nieve, lo más probable es que no estés transfiriendo bien el peso de una pierna a la otra.
Cuando el peso de tus caderas está apoyado sobre un esquí, la patada que debes dar para tomar impulso se puede realizar sin mayor esfuerzo, pues el peso de tu cuerpo aumenta la energía desplegada. Esto no solo mejora la calidad de la patada, sino que hace que el deslizamiento sea más largo, lo cual es de mucha ayuda en una carrera.
Otra ventaja de desplazar bien el peso al esquiar, es que al hacerlo la otra pierna queda libre para tomar mayor impulso, con lo que el ciclo se reinicia con eficacia.
2. Lleva siempre tu peso hacia tu pierna delantera
Algo que todos debemos entender es que correr no es igual que esquiar. Mientras que en el running una espalda neutra y pasos cortos nos pueden ayudar a desplazarnos mejor, al esquiar intentamos estirar al máximo el deslizamiento, y para eso las piernas y el resto del cuerpo deben ir sincronizados.
En tanto te deslizas sobre tu pie delantero, conduce el cuerpo ligeramente hacia delante para acompañarlo y darle impulso. La intención del movimiento debe ser igual a lo que sientes cuando subes una escalera.
3. Practica dentro y fuera de las pendientes
Perfeccionar la técnica del desplazamiento en esquí nórdico normalmente toma tiempo, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que este deporte se realiza en una superficie resbaladiza y con esquís delgados. Por ello, para alcanzar un buen dominio, es importante que practiques en todas las superficies posibles.
Cuando comienzas en este deporte, puedes mejorar tu equilibrio sosteniéndote en una pierna en la sala de tu casa durante tanto tiempo como te sea posible. Luego, puedes avanzar haciendo el mismo ejercicio con los ojos cerrados.
Una vez que tenga dominio y equilibrio sobre los esquís, debes comenzar a probar en pendientes, yendo hacia arriba y hacia bajo. Esto te dará mayor seguridad y dominio de la técnica.
Referencia
- Hanks, A. Tips for Proper Nordic SkiingStrigind Technique. Para Training Peaks. [Revisado en abril de 2018].