Música y entrenamiento: ¿realmente mejora el rendimiento?

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Contenido del artículo

Muchas personas escuchan música mientras entrenan. Pero ¿realmente mejora el desempeño o solo es una forma de entretenimiento?

Diversos estudios y experiencias coinciden en que existe una fuerte relación entre música y entrenamiento. Esta conexión puede impactar tanto en el rendimiento físico como en el estado emocional.

Si buscas formas de entrenar con más energía, mejorar tu enfoque o simplemente disfrutar más de tu rutina, este artículo es para ti.

música y entrenamiento


¿Cómo influye la música y entrenamiento en el cuerpo y la mente?

La música tiene un efecto directo sobre el cerebro. Estimula áreas relacionadas con las emociones, la memoria y el control motor. Al entrenar, estas señales se combinan con el esfuerzo físico.

El resultado es una sensación de mayor energía, enfoque y disfrute. El cuerpo parece moverse con más facilidad y la mente se enfoca en el ritmo, no en el esfuerzo.

La elección correcta de música puede ayudarte a mantener el flujo de movimiento, regular el esfuerzo y mantenerte motivado.

Beneficios de entrenar con música

Aumenta la motivación

Una canción con buen ritmo puede darte ese impulso extra para comenzar o seguir cuando falta energía.

La música también actúa como un estímulo externo que ayuda a vencer la pereza. Incluso en días difíciles, puede cambiar tu actitud hacia el entrenamiento.

Mejora la concentración

Al centrarte en el sonido, reduces las distracciones del entorno. Esto te ayuda a mantener la mente conectada con el cuerpo.

Una mente enfocada en el ritmo permite movimientos más precisos y seguros.

Regula el ritmo de ejercicio

La música puede marcar el tempo de cada repetición o zancada. Si mantienes un ritmo estable, puedes mejorar tu rendimiento.

Entrenar al compás de la música también ayuda a evitar aceleraciones o pausas innecesarias.

Reduce la percepción del esfuerzo

Cuando escuchas música, tu atención se reparte entre el sonido y el ejercicio. Esto puede hacer que el esfuerzo parezca menor.

Como resultado, puedes entrenar por más tiempo o con mayor intensidad sin sentir tanto cansancio.

Mejora el estado de ánimo

La música libera dopamina, una sustancia relacionada con el placer y la motivación. Esto mejora tu ánimo y reduce el estrés.

Un buen estado emocional favorece la constancia en los entrenamientos.

Tipos de música según el entrenamiento

Cardio o alta intensidad

Para actividades como correr, HIIT o ciclismo, se recomienda música rápida y enérgica. Elige ritmos entre 130 y 160 BPM (beats por minuto).

Ejemplos: electrónica, pop energético, reggaetón o rock activo.

Entrenamiento de fuerza

La música con ritmo constante ayuda a mantener la cadencia de los ejercicios. Busca géneros con base fuerte como hip hop, rock o techno.

Ritmos entre 120 y 140 BPM son ideales para mantener el enfoque y el control.

Yoga o estiramientos

En estas actividades, es mejor optar por música instrumental, ambiental o de ritmo suave. Esto facilita la respiración y la conexión mente-cuerpo.

Usa música por debajo de los 100 BPM para fomentar la calma.

Recuperación o movilidad

Al finalizar el entrenamiento, elige sonidos relajantes. Esto ayuda a disminuir el ritmo cardíaco y volver al estado de reposo.

Una playlist con piano, cuerdas o sonidos de la naturaleza puede ser útil.


¿La música es efectiva para todos?

Cada persona responde de manera distinta a los estímulos musicales. Mientras a unos les mejora el rendimiento, otros prefieren el silencio o los sonidos del ambiente.

Factores como el tipo de ejercicio, el nivel de experiencia y el estado emocional influyen en la efectividad.

Lo importante es identificar qué tipo de música te activa o relaja según tu objetivo del día.

Consejos para aprovechar al máximo la música y entrenamiento

  • Crea playlists específicas para cada tipo de sesión.
  • Usa auriculares cómodos y seguros, especialmente si te mueves mucho.
  • Evita volumen excesivo. Cuida tus oídos y mantén algo de percepción del entorno.
  • Prueba música nueva. A veces, un ritmo distinto puede renovar tu motivación.
  • Ajusta el ritmo musical al tipo de movimiento que haces.

Estas recomendaciones te permitirán aprovechar el sonido como una herramienta de apoyo real en tu rutina.

¿Qué dice la ciencia sobre música y entrenamiento?

Varios estudios muestran que entrenar con música puede mejorar el rendimiento hasta en un 15%. También se ha demostrado que reduce la frecuencia cardíaca percibida y acelera la recuperación.

Además, las personas que entrenan con música suelen mantener mayor regularidad. Esto se debe al aumento de disfrute durante el ejercicio.

Aunque no sustituye la técnica ni el descanso, la música puede ser un complemento potente y accesible.


La relación entre música y entrenamiento va más allá del entretenimiento. Escuchar música adecuada puede potenciar tu motivación, aumentar la concentración y mejorar el ritmo de ejercicio.

No necesitas cambiar todo tu plan de entrenamiento. Basta con incorporar canciones que conecten contigo y te acompañen en el proceso. La clave está en encontrar tu sonido ideal y usarlo como impulso.

Prueba, ajusta y observa cómo reacciona tu cuerpo. Tal vez una buena playlist sea justo lo que necesitas para dar un paso más en tu evolución física.

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