Entre otras cosas, la vitamina C sirve para reforzar el sistema inmunitario. Es esencial para el funcionamiento del cuerpo, pero no es producida por este, lo que significa que debes buscar una forma de obtenerla.
Debido a sus relevantes beneficios para la salud y sus múltiples roles, su falta o exceso puede desencadenar problemas que, en algunas ocasiones, adquieren un matiz de gravedad. Su ingesta diaria recomendada es de 75 mg para mujeres y 90 mg para hombres. Además, se puede obtener de alimentos tales como naranjas, fresas, kiwi, pimientos, brócoli, col rizada y espinacas.
También, hay quienes optan por los suplementos para satisfacer la demanda de vitamina C. En la actualidad, existen diferentes presentaciones que se adaptan al gusto del consumidor, como los solubles en agua o las cápsulas blandas.
Descubre 5 beneficios increíbles de la vitamina C para la salud.

5 beneficios científicamente probados de consumir vitamina C
1. Reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas
El estrés oxidativo es promovido por la acumulación de los radicales libres, unas células dañinas están relacionadas con muchas enfermedades crónicas. En este sentido, la vitamina C es un fuerte antioxidante que estimula el sistema inmune. Esto ayuda bastante, ya que si fortaleces las defensas naturales de tu cuerpo, proteges a las células de los radicales libres.
Por eso es recomendable, en caso de padecer alguna enfermedad crónica, aumentar la ingesta de vitamina C. Esto eleva la presencia de antioxidantes en la sangre, lo que mejorará las defensas naturales del cuerpo a la hora de combatir una inflamación (Kim et al., 2003).

2. Ayuda a controlar la presión arterial alta
Una de las principales causas de muerte a nivel mundial son las enfermedades cardíacas. En algunos casos, el motivo es una presión arterial alta.
La ingesta de vitamina C es ideal para aquellas personas que sufren o no de presión arterial elevada, ya que ayuda a relajar los vasos sanguíneos que transportan la sangre directamente al corazón (Ettarh, Odigie y Adigun, 2002). Del mismo modo, la ingesta adecuada de esta vitamina no solo podrá controlar la presión arterial, sino que también ayuda a prevenir ataques cardíacos.
Sin embargo, no hay estudios suficiente que garanticen que sus efectos sean duraderos a largo plazo, por lo que se recomienda no depender solo de la vitamina C si sufres de presión arterial alta.

3. Protege a tu memoria del envejecimiento
Los bajos niveles de vitamina C en la sangre se han relacionado con una limitada capacidad de pensar y un alto nivel de estrés oxidativo, que además de otros factores, aumentan la probabilidad de demencia (Paleologos, Cumming y Lazarus, 1998) .
El mismo estudio comprobó que el consumo elevado de vitamina C, ya sea por la ingesta de alimentos o suplementos, protege las funciones cognitivas y la memoria a medida que envejeces. Esta afección aqueja a más 35 millones de personas en el mundo, por lo que merece prestarle atención.

4. Reduce los niveles de ácido úrico y los ataques de gota
Los alimentos y suplementos ricos en vitamina C se han relacionado con niveles reducidos de ácido úrico en la sangre y un menor riesgo de padecer gota.
La gota a un tipo de artritis muy dolorosa que atañe a la inflamación de las articulaciones y ataques severos de dolor que surgen de la nada. Por lo general, los más afectados son los dedos gordos de los pies. Sin embargo, si se ha observado que los síntomas de la gota surgen cuando existe demasiado ácido úrico en la sangre, que en concentraciones altas se cristaliza y se deposita en las articulaciones.
Para ello, varios estudios concluyeron que la vitamina C ayuda a reducir el ácido úrico en la sangre y, por consiguiente, protege contra los ataques de gota. Por ejemplo, un análisis de 13 estudios, arrojó como resultado que tomar un suplemento de vitamina C durante 30 días redujo significativamente el ácido úrico en sangre (Juraschek, Miller y Gelber, 2011).

5. Ayuda a prevenir la deficiencia de hierro
La ingesta de vitamina C mejora la absorción de hierro, un importante nutriente que cumple diversas funciones en el cuerpo. Por ejemplo, es imprescindible en la producción de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno por el cuerpo. Además, es muy útil para reducir el riesgo de anemia en personas propensas a padecer esta condición (Mao y Yao, 1992).

Afirmaciones no comprobadas sobre la vitamina C
Si bien son numerosos los beneficios de la vitamina C comprobados por la ciencia, merece la pena revisar aquellos que carecen de base científicas:
- Previene el resfriado común. Hasta la fecha se ha demostrado que reduce su gravedad y disminuye el tiempo de recuperación.
- Reduce el riesgo de cáncer. La mayoría de los estudios relacionados a este tema han concluido que la vitamina C no afecta el riesgo de desarrollar cáncer.
- Protege contra las enfermedades oculares. Cuando su ingesta es por medio de los alimentos, la vitamina C se ha relacionado con menores riesgos de enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular relacionada con la edad.
- Puede tratar la toxicidad del plomo. No hay pruebas sólidas de estudios en humanos que sostengan tal premisa.

Conclusión
Sin duda alguna, uno de los beneficios más conocidos de la vitamina C es su poder antioxidante y su efectividad para reforzar el sistema inmunológico. Sin embargo, también es necesaria para el crecimiento y la reparación de tejidos en todo el cuerpo, por lo que es imperativo vigilar su consumo diario, ya que el cuerpo humano no es capaz de producirla.
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Referencias
- Ettarh, R. R., Odigie, I. P. y Adigun, S. A. (2002). Vitamin C lowers blood pressure and alters vascular responsiveness in salt-induced hypertension. Canadian Journal of Physiology and Pharmacology. doi: 10.1139/y02-147
- Juraschek, S. P., Miller, E. R. y Gelber, A. C. (2011). Effect of oral vitamin C supplementation on serum uric acid: a meta-analysis of randomized controlled trials. Arthritis Care & Research. doi: 10.1002/acr.20519
- Kim, M. K., Sasazuki, S., Sasaki, S., Okubo, S., Hayashi, M. y Tsugane, S. (2003). Effect of five-year supplementation of vitamin C on serum vitamin C concentration and consumption of vegetables and fruits in middle-aged Japanese: a randomized controlled trial. Journal of the American College of Nutrition. doi: 10.1080/07315724.2003.10719295
- Mao, X. y Yao, G. (1992). Effect of vitamin C supplementations on iron deficiency anemia in Chinese children. Biomedical and Environmental Sciences: BES; 5(2):125-9
- Paleologos, M., Cumming, R. G. y Lazarus, R. (1998). Cohort study of vitamin C intake and cognitive impairment. American Journal of Epidemiology. doi: 10.1093/oxfordjournals.aje.a009559