Las asociaciones relativas al campo de la salud nos han estado advirtiendo desde hace mucho tiempo de los peligros y riesgos del excesivo consumo de sal, como el aumento de la presión arterial y de los problemas cardíacos.
Sin embargo, décadas de investigaciones han sido incapaces de presentar evidencias convincentes y suficientemente sólidas que confirmen esto. De hecho, muchos estudios muestran que consumir muy poca sal puede ser incluso perjudicial para nosotros. A continuación te contamos más detalles sobre el consumo de sal y sus efectos en la salud.
¿Qué es la sal?
La sal está formada por un 40% de sodio y un 60% de cloro. Es la fuente dietética más común de sodio, y de hecho en el etiquetado de los productos se indica “sal” en lugar de “sodio”, de modo que es más fácil de entender para el consumidor.
Cierta cantidad de sal se encuentra de forma natural en la comida. Frecuentemente se le añade a la comida para potenciar el sabor, para disminuir el sabor amargo o para impedir el crecimiento de determinados microorganismos patógenos.
Los minerales de la sal intervienen en la transmisión del impulso nervioso y en la función muscular.
El modo de obtención de la sal es a través de la evaporación del agua de mar o en las minas de sal.
¿Cómo afecta la sal a la salud cardíaca?
Se nos lleva aconsejando mucho tiempo que deberíamos disminuir el consumo de sodio desde hace décadas. De hecho, la recomendación es la de no consumir más de 2300 mg de sodio al día.
Esto equivale a una cucharadita de té o a unos 6 gr de sal, sin embargo, el 90% de los adultos estadounidenses consumen mucho más que eso.
Se suele señalar que comer mucha sal aumenta la presión sanguínea, por lo que aumenta el riesgo de infarto y enfermedades cardíacas, aunque existen serias dudas sobre los verdaderos beneficios de la restricción de sodio.
Es cierto que reducir la ingesta de sodio puede reducir la presión, especialmente en gente con una condición médica llamada hipertensión sensible a la sal, pero para los individuos sanos, la reducción tampoco va a ser especialmente notable.
Además, algunos estudios han descubierto que no hay evidencias de que limitar el consumo de sal reduzca el riesgo de ataques al corazón.
¿La ingesta baja de sal puede ser perjudicial?
Parece ser que tomar una cantidad de sal diaria menor de la recomendada podría traer algunos efectos negativos tales como:
- Altos niveles de colesterol LDL “malo” y triglicéridos.
- Enfermedades cardíacas: ciertos estudios han concluido que menos de 3000mg de sodio al día incrementan este riesgo.
- Aumento de la resistencia a la insulina.
- Diabetes de tipo 2
- Aumento del riesgo de sufrir cáncer de estómago.
¿Qué alimentos son altos en sodio?
Generalmente la mayoría del sodio de la alimentación moderna proviene de la comida basura, procesada, ya que de este modo se suele intentar aumentar el sabor de esta.
Aperitivos salados, sopas instantáneas, carne procesada, alimentos en escabeche y salsa de soja son algunos ejemplos de comida alta en sal.
Además, sorprendentemente, alimentos como el pan, el requesón y algunos cereales de desayuno son altos en sal.
Conclusión
Como hemos visto, un consumo excesivo de sal no es positivo, pero restringirla del todo tampoco es la solución al problema. Si aun así pretendes disminuir tu ingesta en sal ya que consideras que es demasiado alta, tu mejor aliado puede ser el etiquetado nutricional; solo tienes que consultarlo para saber cuánta sal consumes.
Referencias
- Hrefna Palsdottir, Salt: Good or Bad?, para Authority Nutrition [Revisado en Enero de 2016].