Entrar en cetosis es parte de uno de los procesos más populares en la actualidad para perder peso que entra dentro de la llamada dieta cetogénica: un método que sustituye los carbohidratos por grasas y otros nutrientes.
Si bien la alimentación cetogénica promete ser sencilla en síntesis, la cetosis como proceso es relativamente ardua. En su proceso de adaptación a la nueva alimentación, el cuerpo atraviesa por síntomas y cambios poco agradables en principio, a los cuales debemos prestar atención para asegurarnos de que todo se lleva acabo con normalidad.
Es allí donde radica la mayor dificultad de las dietas cetogénicas: saber justamente si el proceso se está cumpliendo de manera adecuada; o lo que es lo mismo: cómo saber si entramos en cetosis, o si simplemente estamos siendo víctimas de efectos adversos. De esta pregunta depende la mayor parte del éxito de este tipo de alimentación.
7 síntomas de que hemos entrado en cetosis
1. Pérdida de peso
Las dietas cetogénicas son efectivas en la pérdida de peso, y esa es la razón principal de que sean tan populares. Lógicamente, un primer síntoma de entrar en cetosis es justamente notar una disminución del peso corporal.
Los estudios han demostrado que durante las dietas bajas en carbohidratos se experimentan por igual períodos breves y largos de pérdida de peso.
Durante la primera semana, esta disminución de peso suele ser muy rápida, y luego poco a poco se va normalizando, hasta permanecer lenta y constante.
2. Disminución del apetito
Aunque aún no se sabe muy bien por qué, pero muchas personas han reportado una disminución del apetito al iniciar una dieta cetogénica.
Al parecer, se trata de un efecto natural provocado por el aumento de proteína y vegetales, que no solo son conocidos por mantenernos llenos por más tiempo, sino que al sustituir a los carbohidratos influyen en el proceso normal de las hormonas del apetito como la ghrelina.
3. Aumento significativo de la concentración y la energía
Si bien es cierto que al inicio de una alimentación cetogénica se sienten síntomas como cansancio y neblinas mentales (gripe cetogénica), pasado un tiempo estos efectos se revierten, y de hecho se experimenta un aumento de la concentración y la energía.
Una vez que se inicia la cetosis, el cerebro empieza a quemar cetona en lugar de glucosa. Aunque el proceso de cambio es difícil al principio, esto tiene sus ventajas.
Las cetonas producidas en la cetosis son un combustible tan útil para el cerebro, que incluso han sido probadas en varios estudios como método para contrarrestar la pérdida de memoria y otras afecciones.
Por otra parte, menos carbohidratos significan menores niveles de azúcar; esto también es útil para mejorar las funciones cerebrales.
4. Fatiga a corto plazo
Los efectos secundarios de entrar en cetosis son muy poco llevaderos al principio. Especialmente para los menos experimentados, el proceso de adaptación suele producir efectos adversos, que redundan en episodios de fatiga.
Una manera de contrarrestar la fatiga en la cetosis, es aumentar el consumo de electrolitos a través de suplementos que aporten sodio, magnesio y potasio.
De cualquier forma, este efecto suele no durar más de 30 días. Además, no es peligroso y no es razón para dejar una alimentación cetogénica.
5. Menor rendimiento deportivo a corto plazo
Las dietas muy bajas en carbohidratos suelen tener el efecto común de alterar el rendimiento deportivo. Esto se debe a que el cuerpo se queda sin las reservas energéticas a que está acostumbrado, como el glucógeno, y no se adapta fácilmente a extraerlas de otras fuentes.
La buena noticia es que este efecto no dura demasiado: después de unas pocas semanas, como mucho un mes, el cuerpo empieza a aprender a quemar correctamente la grasa durante la actividad física para generar energía, lo cual, a la larga, es incluso mejor.
6. Algunos problemas digestivos
Los cambios drásticos en la alimentación que plantean las dietas cetogénicas, no pasan desapercibidos por el sistema digestivo.
Al principio el proceso de adaptación es difícil, en tanto el cuerpo asimila otros compuestos distintos a los carbohidratos. Entre los efectos digestivos de la cetosis se cuentan los siguientes:
- Diarreas.
- Estreñimiento.
- Vómitos.
De nuevo, estos efectos son temporales, y en ningún caso constituyen un peligro para la salud en general.
7. Insomnio
Durante los primeros días, es muy probable que la mayoría de los que experimenten con una dieta cetogénica atraviesen por períodos de insomnio.
Este un síntoma común de reducir drásticamente la ingesta de carbohidratos, y en la mayoría de los casos se suele ver acompañado de otros efectos menores, como despertarse a mitad de la noche con sensaciones de incomodidad.
Una buena noticia aquí es que este efecto no solo es temporal, sino que a las pocas semanas, muchos de quienes han probado una dieta cetogénica han afirmado tener un mejor sueño después.
Referencia
- Rudy Mawer. 10 Signs and Symptons That You’re in Ketosis. Para Authority Nutrition. [Revisado en agosto de 2016]