Alrededor del ejercicio y las dietas se han construido infinidades de mitos. Algunos basados en entrenamientos y dietas que ya no funcionan, y otros creados por la opinión personal de una o varias personas y que no poseen ningún fundamento científico que los respalde.
Pese a esto, muchas personas creen firmemente en estos mitos y construyen sus hábitos de ejercicio y alimentación basándose en ellos. Debito a esto, pueden estar cometiendo algunos errores que les impiden alcanzar sus objetivos físicos.
Conoce alguno de los mitos acerca del ejercicio físico y las dietas que podrían ralentizar tus progresos.

9 mitos acerca del ejercicio y las dietas
1. Correr es la única forma de perder peso
Correr es un ejercicio cardiovascular fantástico, pero puede no funcionar para todos. De hechos, otros ejercicios, como levantar pesas, pueden quemar más calorías en un periodo de 24 horas, ya que los entrenamientos de fuerza pueden acelerar tu metabolismo hasta 48 horas después de que detienes el ejercicio.
Además, si te gusta hacer cardio, pero no disfrutas mucho el running, puedes intentar practicar natación, montar en bicicleta o usar una maquina elíptica. Todas estas actividades pueden hacer que pierdas peso.

2. Hombres y las mujeres no pueden entrenar juntos
Los ejercicios de pesas o de cardio son fantásticos y efectivos para ambos sexos. Solo necesitas ajustar el peso o la distancia sin cambiar el ejercicio. De hecho, las mujeres podrían beneficiarse de ejercicios realizados en mayor parte por hombres, como las sentadillas y el peso muerto. Los hombres, a su vez, pueden beneficiarse de ejercicios considerados popularmente como más «femeninos» como el yoga o Pilates.
Es obvio que mujeres y hombres tienen diferentes umbrales de fuerza y resistencia, pero eso no es un impedimento para realizar ejercicios mixtos.
Tener un compañero de entrenamiento, incluso si este hace otros ejercicios, puede ser la motivación necesaria para tus días de desánimo. Evalúa tus objetivos y programas y ajusta los entrenamientos para que ambos podáis realizarlos juntos.

3. Evitar los carbohidratos es saludable
No ingerir carbohidratos puede debilitarte y hacerte más irritable. Lo ideal es vigilar qué carbohidratos ingieres y cúando lo haces, no eliminarlos completamente.
Los granos enteros, las legumbres, verduras y los granos mínimamente procesados son buenos ejemplos de los carbohidratos que puedes comer con frecuencia sin preocuparte por tu peso.

4. Si estas lesionado, no puedes entrenar
Todo dependerá de la severidad de la lesión. Si ésta es en la espalda o en la cabeza, tu médico debe determinar cuándo puedes volver a entrenar. Sin embargo, si se trata de una lesión menor (esguince o desgarro leve, por ejemplo) toma al menos 15 minutos de tu tiempo para modificar tu rutina.
Una lesión puede deprimirte o desanimarte, y el ejercicio libera endorfinas que mantendrán tu estado de ánimo alto para mantenerte motivado.
Si no puedes mover esa parte del cuerpo mientras te recuperas, es más recomendable hacer algo de ejercicio que no hacer nada en absoluto.

5. Las dietas detox son saludables
La ciencia ha demostrado que los riñones y el hígado son idóneos por su cuenta para descomponer la toxicidad del cuerpo. Pensar que una combinación de té laxante, limón, jarabe, pimienta y agua salada «desintoxicará» tu cuerpo y te ayudará a perder peso de forma permanente no solo es erróneo, sino que, en última instancia, puede ser contraproducente.

6. Hacer ejercicio por la mañana es más efectivo
A no ser que seas un atleta profesional o de alto impacto y precises hacer sesiones de entrenamiento más de una vez al día, la hora no importa. Lo que realmente importa es encontrar un tiempo en el que puedas entrenar consistentemente.
Escucha a tu cuerpo y decide si rindes más en las mañanas, en las tardes o en las noches. La energía y la actitud son claves para la productividad en el gimnasio, así que detecta las horas en las que tienes más energía y asiste cuando te sientas más fuerte.

7. Entrenar en ayunas quema más calorías
Entrenar en el gimnasio en ayunas no afectará en nada a la cantidad de calorías que quemarás. No necesitas alimentarte necesariamente antes de ir al gimnasio, pero se recomienda al menos un pequeño snack antes de empezar.
Si eres partidario del desayuno, lo ideal es que esperes de dos a tres horas antes de entrenar para maximizar la quema de calorías y obtener la energía que necesitas de lo que ingieres.
Evalúa el tipo de entrenamiento que realizaras (pesas o ejercicios cardiovasculares) y come de acuerdo con la cantidad de energía que necesitaras, la hora en la que despiertas y cuando empezarás a ejecutar tu rutina de entrenamiento.

8. Todas las grasas engordan
Las grasas magras apoyan al sistema cardiovascular, al reproductivo, inmunológico y nervioso. También ayuda a mantener el cuerpo delgado y a quemar grasa de manera constante. Así es: Las grasas magras queman grasa.
La función principal de estas es la producción de prostaglandinas que controlan funciones del cuerpo como la coagulación de la sangre, la fertilidad, la frecuencia cardiaca y la presión arterial. También ayuda a la función inmunológica regulando la inflamación y ayudando al cuerpo a combatir las infecciones.

9. Las kettlebells son para todos
Las Kettlebells se utilizan básicamente para practicar levantamientos olímpicos modificados. Por eso, si no tienes práctica con este tipo de entrenamiento, es mejor no ocupar Kettlebells de gran tamaño.
Las Kettlebells o pesas rusas son geniales para ejercicios de cardio y entrenamientos de fuerza; sin embargo, si no tienes mucha experiencia de entrenamiento previo con pesas o alguna lesión, es más razonable desarrollar tu fuerza con un entrenamiento de pesas funcional.
La progresión es la clave con las pesas rusas, y usar el peso correcto según el nivel en el que te encuentres puede evitar desastres.

Referencias
- Sedano, S. (2019). The Truth Behind 20 Diet and Exercise Myths. Para Livestrong [Revisado en mayo del 2019].