Las largas duchas con agua tibia son uno de los grandes placeres de la vida, sin embargo la mayoría de personas no están realizando esta actividad de la forma adecuada, lo que les puede llevar a malgastar demasiada agua o no limpiar correctamente su cuerpo.
Tomar una ducha por la mañana para empezar el día puede ser parte de la rutina de millones de personas, pero para que nuestra ducha sea eficaz y consiga el objetivo de asear nuestro cuerpo de la forma más eficientemente posible se deben tener en cuenta los siguientes consejos.
Los mejores consejos para ducharse de manera eficiente
1. Dúchate con agua fría
Tomar una ducha de agua caliente es realmente increíble y relaja el cuerpo, sin embargo, elimina los aceites naturales de nuestro cuerpo. Para evitar esto existe una solución que solo te tomará algunos minutos: antes de que termines tu baño correspondiente, gira tu manilla de la ducha y toma una ducha de agua fría, esto ayudará a tu cuerpo y organismo.
2. La ducha debe ser corta
El acto de ducharse debe durar alrededor de 5 a 10 minutos idealmente, todo se trata de calidad y no de cantidad. Además, si aumentas la frecuencia de duchas diarias (por ejemplo, 2 al día) puede secar tu piel muy seriamente. Se puede creer que más agua significa más humedad, pero en realidad es todo lo contrario, estar un tiempo prolongado bajo la ducha puede secar aún más tu piel.
4. Haz espuma, enjuaga y no repitas
Por lo general, la rutina que se sigue en la ducha es la siguiente “Hacer espuma (lavarse el cabello) enjuagar, y repetir, no obstante se recomienda repetir si solo se tiene cuero cabelludo muy graso.
Comúnmente, el acondicionador se pone solo en las puntas del cabello, se debe utilizar más si tienes el cabello más grueso y menos para lo más delgados. Espera hasta el final de la ducha para luego utilizar una peine para desenredar el cabello de forma cuidadosa.
4. Lava tu esponja de baño
La mayoría de personas tienen una esponja colgando de su ducha ¿cuál es el problema? Que la gente no tiende a limpiar sus esponjas y la tienen por mucho tiempo, por lo que queda llena de bacterias no visibles a la vista. Una buena opción para esto no suceda es tener una toallita o paño, ya que es más fácil que nos acordemos de limpiarlos todos los días. Tampoco debes obviar la posibilidad de lavarte con tu propia mano, ya que de hecho tu piel sufrirá una agresión menor en comparación a si te duchas siempre con la esponja.
5. Solo limpia las partes que realmente necesitan aseo
Solo necesitas limpiar las áreas “sucias”, es decir, aquellas donde existe una alta densidad de glándulas sudoríparas como:
- La ingle.
- Las nalgas.
- La parte inferior de los senos.
- Las axilas.
Enjabonar todo el cuerpo en realidad despoja los aceites necesarios de la piel.
6. Usa crema hidrante
Aplicar crema hidratante inmediatamente después de que salga el agua tibia es siempre una buena opción, sin embargo puede realizarlo en la ducha. Se recomienda hacerlo si es posible con aceite de coco.
Si eliges hidratarte después de salir de la ducha, asegúrate de realizarlo dentro de los 3 minutos después de la ducha y dar unas pequeñas palmaditas en seco, esto atrapa la humedad y el vapor en el aire y suaviza la piel.
Referencia
- Rachel Nussbaum, The Right Way to Shower, According to Experts. Para Greatist [Revisado en Marzo de 2016]