La longevidad, también conocida como esperanza de vida, es el número de años que una persona de una determinada edad puede esperar seguir viviendo. Suele utilizarse con más frecuencia en referencia a la ancianidad o la edad de un ser vivo, por ejemplo la longevidad de un árbol.
Muchas personas desean una vida larga, que les permita disfrutar todo lo posible con sus seres queridos, compartiendo junto a ellos. Sin embargo, llega un momento que esto tiene que parar: la vida se extingue en los cuerpos y solo quedan los recuerdos.
Ante tal planteamiento, se han hecho investigaciones acerca de la tan »temerosa» muerte, pues se requiere con vehemencia la verdad oculta detrás de ella, y entre muchas incógnitas está la siguiente: ¿La genética tiene un impacto en la longevidad o en realidad no influye tanto en ella?
Impacto de la genética en la longevidad
Calico Life Science, es una empresa de investigación y desarrollo cuya misión es comprender la biología del envejecimiento. Dicha empresa decidió unir a científicos del recurso de genealogía en línea Ancestry, dirigido por la Directora científica Catherine Ball, para usar los datos disponibles públicamente para estimar la heredabilidad de la vida humana.
Según una investigación de dicha empresa, publicada en Genetics, se concluyó que la heredabilidad de la duración de la vida está muy por debajo de las estimaciones hechas anteriormente. Es decir, durante mucho tiempo se creyó que la genética era un factor que influía en la esperanza de vida de las personas, pensando así que dependiendo del tiempo que vivieron nuestros familiares, nuestro tiempo de vida iba a ser mayor o menor. Sin embargo, la genética tiene una influencia mucho menor en la vida útil de lo que se pensaba, según este nuevo análisis, donde se evaluó un conjunto de árboles genealógicos de más de 400 millones de personas.
¿Por qué la genética no influye en la longevidad?
Ball (2018) afirma que «la asociación con Ancestry permitió que este nuevo estudio obtuviera una visión más profunda al utilizar un conjunto de datos mucho más amplio que cualquier otro estudio anterior de longevidad».
Usando un enfoque que combina modelos matemáticos y estadísticos, los investigadores se centraron en los familiares que nacieron a lo largo del siglo XIX y principios del XX, y encontraron que las estimaciones de heredabilidad de longevidad para hermanos y primos no influía para nada. Pero, como también se observó en algunos de los estudios anteriores, la vida útil de los cónyuges solía estar correlacionada; de hecho, eran más similares que en los propios hermanos. Esto se debe a que los cónyuges padecen de muchos factores no genéticos, adoptados por vivir en un entorno compartido.
¿Qué influye realmente en la longevidad?
Para un ejemplo no genético, las personas ricas tienden a casarse con otras personas ricas, eso llevaría a una longevidad correlacionada, pues las condiciones de vida son prácticamente las mismas. Lo mismo ocurriría con los rasgos más controlados por la genética, como por ejemplo, las personas altas prefieren cónyuges altos, por lo tanto la altura está correlacionada de alguna manera con el tiempo que vive. Esto también influiría en las estimaciones de la heredabilidad de la longevidad.
No obstante, aclarando que todo dependerá del estilo de vida que las personas padezcan o en algunos casos, enfermedades que tengan, el nuevo análisis encontró que la heredabilidad de la esperanza de vida probablemente no sea más del 7 %, tal vez incluso más baja (Ruby et al. 2018).
Conclusión
Vivir más y mejor, el sueño de muchos, sin embargo, este tiene muy poco que ver con la genética y la esperanza de vida de nuestros antepasados o familiares, pues en realidad viene determinado por la combinación de diferentes factores ambientales y el estilo de vida de cada individuo.
Referencias
- Ruby, J. G., Wright, K. M., Rand, K. A., Kermany, A., Noto, K., Curtis, D., Varner, N…. Ball, C. (2018). Estimates of the Heritability of Human Longevity Are Substantially Inflated due to Assortative Mating. Genetics. doi: 10.1534/genetics.118.301613.