4 hábitos de entrenamiento que debes cambiar cuando cumples 30 años

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Aun cuando los 30 años no parece ser una edad relacionada con la vejez, sin duda alguna comienzan a experimentarse pequeños cambios en el cuerpo como, por ejemplo, el cansancio en las noches, la pérdida de elasticidad en la piel y otros síntomas relacionados al envejecimiento.

En principio, los principales cambios en los hábitos a los 30 años que deben hacerse son mejorar la dieta, el estilo de vida y por supuesto, incluir el ejercicio en la rutina diaria. Sin embargo, quienes ya entrenan constantemente también podrían estar llevando a cabo ciertas prácticas que, aunque no son del todo dañinas, pueden afectar el cuerpo teniendo en cuenta los cambios en el metabolismo.

Descubre cuáles son los 4 hábitos de entrenamiento que debes cambiar cuando cumples 30 años.

Hábitos de entrenamiento que debes cambiar con 30 años

Hábitos de entrenamiento que debes cambiar a los 30 años

1. Planificar mejor tus entrenamientos

Los 30 años son una buena edad para auto-motivarte a avanzar en tus metas y objetivos a la hora de entrenar, sobre todo si hasta ahora no has podido conseguir los resultados esperados.

Para ello, comienza realizando una pequeña lista de ejercicios semanal, dividiendo las rutinas por cada día de la semana e indicando también el peso, tiempo e intensidad de cada ejercicio. Así podrás asegurarte de estar obteniendo el máximo provecho de cada sesión de entrenamiento que lleves a cabo.

Además, también puedes (según tus metas) añadir cierta intensidad cada semana en cada ejercicio, por ejemplo añadir 1 kg. de peso por semana en tu entrenamiento de brazos, o extender el tiempo del ejercicio cardiovascular 10 minutos más.

Por último, recuerda tener como fundamento un buen entrenamiento de fuerza, combinándolo en ocasiones con una rutina de abdominales. Así podrás mantenerte tonificado mientras desarrollas la fuerza y el equilibrio en todo tu cuerpo.

Hábitos de entrenamiento que debes cambiar con 30 años

2. Mantener objetivos claros

Siempre es importante tener objetivos claros y bien definidos. Si por el contrario, aún mantienes los mismos objetivos que hace 10 años atrás y solo te has enfocado en darle continuidad, tal vez debas cambiar dicho hábito.

Precisamente llegar a los 30 años es una buena oportunidad para replantearte qué es lo que quieres lograr y cómo debes hacerlo; por lo tanto, detente unos minutos a reflexionar, escribe cada una de tus metas y busca ayuda de tu entrenador personal para alcanzarlas.

Una vez hayas tomado tu decisión, llegarás al momento justo de ponerla por obra. Si ya eres un experto entrenando tal vez no necesites ayuda de un profesional; pero si por el contrario aun te cuesta seguir una rutina o ejecutar correctamente la técnica de un ejercicio, lo mejor es que acudas a un entrenador que te pueda ayudar.

Por último, trata de seguir tu plan tal como lo has planteado; en ocasiones la constancia vale más que la aptitud física para ejercitarte a los 30 años.

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3. Apuntarte a clases de yoga

Si poco a poco la tensión y el estrés se va apoderando de ti día y noche, estás ante una gran oportunidad de buscar alternativas que te ayudan a enfrentar dichas condiciones. Una de las alternativas más utilizadas es añadir clases de yoga en la rutina diaria, especialmente por sus efectos positivos en el cuerpo humano como, liberar el estrés, generar sensación de libertad corporal, y mejorar el sueño.

Tomar un tiempo para ti mismo siempre es importante y vital para mejorar los hábitos al cumplir 30 años de edad.

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4. Descansar lo suficiente

La recuperación siempre es esencial luego de un entrenamiento pesado, pero cuando se es joven, en ocasiones no se le da suficiente importancia al descanso post-entrenamiento. Sin embargo, luego de cierta edad es necesario dedicar algunos minutos a la recuperación muscular a través de diferentes mecanismos como el foam roller, masajes, o simplemente durmiendo por lo mínimo de 6 a 8 horas diarias por la noche.

También debes dedicar una sección de estiramiento previa a la rutina de ejercicios, a modo de prevenir lesiones y dolores musculares intentos al culminar dicha rutina.

Por último, si te encuentras con fuertes dolores musculares luego de terminar cada sesión de entrenamiento, considera buscar ayuda de algún terapeuta deportivo que pueda darte un diagnostico a tu situación en particular y, por supuesto, realizar los respectivos tratamientos según sea necesario.

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Conclusión

Si has cumplido los 30 años o estás próximo a cumplirlos, comienza desde ya a analizar cuáles son tus malos hábitos de entrenamiento y cómo puedes optimizar tu rutina.

En líneas generales, muchos de esos malos hábitos que antes podían haber sido insignificantes, hoy día podrían generar grandes efectos negativos en tu cuerpo. Por esto es importante que replantees tus objetivos y mejores tu rendimiento dejando a un lado las malas prácticas a la hora de entrenar.

Por último, recuerda que mejorando tus hábitos a la hora de entrenar luego de los 30 años, también estarás mejorando tu salud en general y aumentando las probabilidades de llegar a la vejez en las mejores condiciones.

Referencia

  • Jill Penfold. «4 Workouts Habits You Need to Change in Yours 30s». Para Livestrong [Revisado en Abril de 2017]
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