La autofagia es un mecanismo natural de regeneración que ocurre en nuestro cuerpo a nivel celular. Reduce la probabilidad de contraer ciertas enfermedades y prolonga la esperanza de vida.
La autofagia se conoce desde hace más de 50 años, pero su importancia en no fue reconocida hasta la década de 1990, gracias a los descubrimiento de Yoshinori Oshumi, científico japonés.
Este estudió la función de las proteínas codificadas por los genes, clave en la autofagia, y delineó cómo las señales de estrés inician la autofagia y el mecanismo por el cual las proteínas y complejos de proteínas promueven distintas etapas de su desarrollo. Esto contribuyó a un mayor entendimiento sobre enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o la demencia.
Descubre cómo funciona la autofagia, sus beneficios sobre nuestro cuerpo, y si es verdad que podría ser el secreto para la salud y la longevidad.

¿Qué es la autofagia?
La palabra, derivada del griego, hace referencia a la idea de “comerse a uno mismo”, que sería el mecanismo por el que las células de nuestro cuerpo se degradan y reciclan sus propios componentes. Ese proceso provee a nuestro cuerpo de combustible para generar energía y le da los “bloques de construcción básicos” necesarios para la renovación celular.
Así, las células usan la autofagia para deshacerse de proteínas dañadas y de orgánulos. Lo hacen mediante una especie de sacos de reciclaje llamados lisosomas. Por ejemplo, después de una infección mediante el proceso de la autofagia podemos destrozar los virus y bacterias.
El Centro Superior de Investigaciones Científicas de Estados Unidos explica que la autofagia es un proceso de degradación intracelular que permite el reciclaje de componentes celulares para mantener el equilibrio celular (homeostasia).
No se trata tanto de la muerte de la célula, sino de la supervivencia de ésta. Además, tiene un papel esencial en la obtención de nutrientes en condiciones de ayuno y en la degradación de orgánulos dañados, por lo que supone un mecanismo que permite a las células sobrevivir en condiciones de estrés.

Papel de la autofagia en la salud
La autofagia no solo es considerada saludable, sino que es absolutamente esencial. Es por eso que ocurre en cada célula del cuerpo, y cuando su función se encuentra comprometida o en peligro, los cuerpos son más propensos a desarrollar muchos tipos de enfermedades y dolencias.
Por ejemplo, se ha visto que cuando los científicos usan medicamentos para desactivar la autofagia en animales, estos tienden a desarrollar todo tipo de problemas de salud como cáncer, disfunción cardíaca y hepática, crecimiento retardado, anemia y obesidad (Kuma, Komatsu y Mizushima, 2017).
Aunque los estudios se han hecho en células aisladas (in vitro) y animales, los científicos concluyen que este proceso puede influir en muchos aspectos que pueden afectar el funcionamiento del cuerpo humano, como el envejecimiento lento, la protección contra las enfermedades neurodegenerativas, la reducción del riesgo de cáncer y enfermedades del corazón.

La autofagia y el envejecimiento
La vejez puede manifestarse de muchas maneras, incluyendo la recuperación lenta después del ejercicio, la sensibilidad reducida a la insulina, la función articular disminuida, entre muchos otros síntomas, pero más importante aún: también conlleva un mayor riesgo de muchas enfermedades, desde el cáncer hasta la enfermedad cardíaca y la demencia.
Las células más viejas a menudo contienen una mayor cantidad de desechos celulares; sin embargo cuando se llega a cierta edad el cuerpo no funciona de la misma forma para poder eliminar dichos desechos, pues el envejecimiento también se asocia con una disminución en la autofagia.
Muchas personas y científicos aseguran que todos los problemas que conlleva el envejecimiento pueden curarse si se aumenta la autofagia en el organismo. Esto podría ser cierto; no obstante las investigaciones no han llegado al punto necesario para confirmar esto de forma verídica.
La evidencia confirma que la autofagia afecta el envejecimiento en humanos, pero actualmente no hay una forma confiable de controlar este proceso.

Autofagia y las enfermedades neurodegenerativas
Las enfermedades neurodegenerativas implican la pérdida de estructura o función del sistema nervioso, en particular del cerebro, como es el caso de enfermedades como Parkinson, Huntington y Alzheimer y la esclerosis múltiple.
Todas estas enfermedades se caracterizan por una acumulación excesiva de proteínas dentro de las neuronas, que causan disfunción y finalmente enfermedad. Por lo tanto, el fallo de las vías de degradación de proteínas puede jugar un papel muy importante en la prevención de estas enfermedades. Sin embargo, aún no se ha definido el papel exacto de la autofagia en estas.

¿La autofagia puede mejorar las enfermedades neurodegenativas?
Cada estructura en el cuerpo está compuesta principalmente de proteínas, desde mitocondrias microscópicas hasta grupos musculares principales, y su construcción requiere una atención extrema a los detalles. La mayoría de las veces, todo funciona adecuadamente. Otras veces, sin embargo, la “maquinaria de proteínas” del cuerpo comete errores y produce “proteínas mal plegadas” que pueden funcionar incorrectamente.
Si se acumulan demasiadas proteínas mal plegadas en el cuerpo, pueden interferir con la función celular y eventualmente causar enfermedades. No está del todo claro por qué se produce esta acumulación y está aún menos claro cómo tratarla o prevenirla, pero es posible que una autofagia insuficiente o dañada sea un factor.
La autofagia implica redondear y reciclar las proteínas mal plegadas, por lo que es lógico pensar que la disminución en la autofagia daría como resultado más proteínas mal plegadas en nuestros cuerpos. E incluso es posible que en algún momento de nuestras vidas la acumulación de proteínas mal plegadas pueda superar la capacidad de nuestro cuerpo para destruirlas.
Es decir que, aunque no está completamente demostrado por científicos gracias a la insuficiente cantidad de investigaciones y pruebas en humanos, la autofagia podría ayudar a proteger el cuerpo de enfermedades neurodegenerativas al limpiar dichas proteínas mal plegadas antes de que estas tengan alguna oportunidad de causar algún problema.

La autofagia y el cáncer
El cáncer es una enfermedad causada por la división incontrolada de células anormales en una parte del cuerpo. Si se permite que estas células defectuosas se multipliquen sin control, pueden convertirse en una masa llamada tumor. Con el tiempo, esto puede interferir con muchas funciones corporales y eventualmente causar la muerte.
La autofagia puede suprimir la iniciación del tumor, al ser capaz de bloquear el crecimiento y aumentar la descomposición de las proteínas. Sin embargo, parece ser una espada de doble filo, pues a medida que progresa el cáncer, puede ayudar a la supervivencia de la enfermedad, al igual que ayuda a todas las células a sobrevivir en un entorno estresante.

Autofagia: ¿factor protector contra el cáncer?
En muchos casos, estas células cancerosas se eliminan a través del proceso de autofagia. Esta es la razón por la que los científicos creen que la autofagia puede ayudar a proteger contra el cáncer de 3 maneras:
- Mantener las células más saludables y, por lo tanto, menos propensas a volverse cancerosas en primer lugar
- Desmontaje y reciclaje de células cancerosas.
- Reducir los efectos de las células cancerosas en las células sanas cercanas
Todo esto está muy bien, pero desafortunadamente, al igual que con el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas, todavía no existe una manera fiable de manipular la autofagia para que sea más protectora contra el cáncer.

Referencias
- Kuma, A., Komatsu, M. y Mizushima, N. (2017). Autophagy-monitoring and autophagy-deficient mice. Autophagy. doi: 10.1080/15548627.2017.1343770