Como atletas, estamos muy en sintonía con nuestros cuerpos, pero a veces éstos comienzan a enviar señales de que algo anda mal. Tal vez tu rodilla ocasionalmente dolorida comienza a doler más a menudo, o tal vez tu pareja se haya quejado de tu constante estado de ánimo gruñón.
Problemas como estos pueden significar que es hora de hacer una visita al médico. Tu nivel de entrenamiento puede explicar mucho sobre tu salud y podría afectar los consejos que el médico te da. Pero ya sea que te dirijas a un chequeo simple o debido a un problema persistente, hay ciertas cosas que debes asegurarte de que tu médico de cabecera sepa.
6 cosas que debe saber tu médico si eres deportista
1. La frecuencia con la que entrenas
Es importante decir con qué frecuencia estás entrenando, especialmente si estás viendo a un nuevo médico. Y no sólo debes mencionar cuántos días a la semana estás montando la bicicleta o corriendo, sino qué tiempo por día, en que promedio, y en qué niveles de intensidad.
Es necesario también que sepan si los atletas de resistencia complementan sus entrenamientos con otras actividades, como el entrenamiento cruzado y el entrenamiento de fuerza, y cuáles son esas actividades. Esto es importante porque puede ser un factor en la probabilidad de una lesión por estrés repetitivo.
2. Qué medicamentos estás tomando
Es probable que tu médico te pregunte esto, pero si no es así, asegúrate de mencionar qué medicamentos estás tomando actualmente o prescripciones notables que hayas tomado en el pasado.
Tu médico necesita conocer el panorama completo para poder ayudarte; esto le dará una idea sobre tu historial médico actual, ya sea que esté controlado, y tus factores de riesgo de lesión o enfermedad.
3. Cambios de humor o libido
Debes decirle a tu médico si notas un cambio de humor, ya que podría estar relacionado con el sobreentrenamiento o la fatiga, o podría ser indicativo de un problema de salud mental subyacente, que a menudo pasa desapercibido o no se controla.
Del mismo modo, los cambios en la libido podrían indicar un consumo deficiente o sobreentrenamiento continuo, que puede afectar los niveles de las hormonas sexuales.
4. Incapacidad para hacer tus ejercicios habituales
Si los ejercicios que solían ser fáciles son cada vez más difíciles y dolorosos, eso es algo que debes mencionar a tu médico. Además, si te has tomado un tiempo de descanso o has hecho ejercicio a una intensidad más leve durante al menos una o dos semanas, y el dolor persiste sin mejoría, debes mencionarlo igualmente. Esto ayudará a tu médico a saber si son necesarias pruebas de seguimiento adicionales (como rayos X o alguna resonancia magnética) para evaluar el alcance de una lesión y averiguar mejor qué necesitas para una recuperación adecuada.
5. Cambios en tu peso corporal
Los cambios de peso rápido tienen muchas implicaciones e impactos en tu cuerpo, y sólo tu médico puede ayudar a garantizar que se exploren.
La pérdida de peso inexplicable podría indicar sobreentrenamiento, y si no se controla podría reducir el rendimiento deportivo si no tienes suficiente energía para ejecutar tus esfuerzos. Por otra parte, los trastornos alimenticios son comunes entre los atletas, por lo que hablar con tu médico sobre ello puede ser el primer paso para obtener ayuda.
6. El tiempo de una lesión
Si has tenido dolor en la muñeca durante cuatro o cinco semanas, y has empeorado progresivamente, esa naturaleza progresiva es importante de saber. Esa distinción progresiva aguda es importante para ayudar a tu médico a llegar al diagnóstico (una ruptura del tendón o tendinopatía).
También deberías mencionar cualquier hematoma o hinchazón, y si hubo un sonido extraño en el momento de la lesión, ya que eso normalmente no es una buena señal. Por ejemplo, un sonido de «estallido» seguido de dolor agudo en el tendón de Aquiles podría significar que el tendón se rompió.
Conclusión
Un atleta siempre debe estar en una perfecta condición física, es por ello que se necesitan chequeos médicos generales frecuentes. Por ello, debes acudir a tu médico de cabecera en los siguientes casos:
- Tus habituales entrenamientos te fatigan muy rápido.
- Bajas o subes considerablemente de peso rápidamente.
- Sientes que cualquier dolor se vuelve persistente y no mejora con el tiempo.
Referencia
- Bonnington, C. 7 things your doctor needs to know if you’re an athlete. Para Bicycling [Revisado en noviembre de 2017]