Imagina que un chico lleva a su enamorada a una romántica cita nocturna en un restaurante lujoso. Ríen juntos, los cruces de sus miradas les producen cosquillas en sus estómagos… piden algo de comer y, justo, cuando llegan los platos se acaba la delicadeza: el muchacho termina devorando su menú como un oso hambriento ante la mirada atónita de su compañera.
Aunque este comportamiento es muy lejano a lo que esperamos del romanticismo del sexo masculino, resulta más común de lo que uno se imagina. Y ahora, esta extraña conducta tiene una explicación, gracias a los hallazgos de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Cornell.

¿Por qué los hombres comen más que las mujeres?
La respuesta a esta incógnita fue encontrada por Kniffin y Wansink (2016) en una investigación acerca de los feroces concursos de comer. Para ello, se contó la cantidad de alitas de pollo consumidas por los participantes de un torneo, con y sin público, y después se aplicó una encuesta para conocer cómo percibía la audiencia a los comedores.
Los resultados fueron tajantes: los hombres comieron todo lo que había a su paso cuando eran acompañados en la mesa por mujeres y fueron catalogados de forma muy positiva por los encuestados. En específico, los chicos con audiencia comieron 4 veces más que aquellos que almorzaban solos. En cambio, las chicas disminuyeron sutilmente su ingesta de alimentos cuando se encontraban junto a alguien más.
Por muy absurdo que suene, los investigadores explican que este comportamiento se relaciona con la necesidad inconsciente de presumir de su masculinidad ante los demás, y de demostrar instinto de dominación para potenciales parejas. Este hallazgo fue comparado incluso con el concepto de la selección intrasexual, presente en la teoría de la evolución de Charles Darwin.

Desórdenes alimenticios en hombres
La ciencia no ha estudiado por completo cómo se dan los desórdenes alimenticios entre los hombres, según catan Kniffin y Wansink (2016). Y, en particular, les parece necesario señalar que este hábito puede desequilibrar las dietas de muchos porque también se manifiesta en eventos sociales como fiestas, banquetes y recepciones.
“Entre los resultados mencionamos también una pequeña recomendación: pedir a las personas que se tranquilicen cuando coman junto al sexo opuesto”, opinan los autores. “En otras palabras, deberían mentalizarse que el género también influye en el comportamiento de quienes comen y en la percepción de sus acompañantes”.

Conclusión
Aunque en un principio suena como un simple dato curioso que puedes compartir con tus amigos para sacar unas risas, saber que los caballeros comen mucho más cuando están acompañados por las damas puede ayudarles a no caer en la mala práctica de sobrealimentarse. Además, les permitiría evitar pedir las sobras del plato de sus compañeras y las miradas bochornosas de sorpresa que vienen luego.
Referencias
- Kniffin, K. y Wansink, B. (2016). Exhibitionist Eating: Who Wins Eating Contests? Frontiers in Nutrition, 3 (51), 1-11.
- Welch, A. (2015). How the People we Dine with Affect our Eating Habits. Para CBS News [Revisado en enero de 2019].