Cuando tenemos hambre pero estamos cortos de tiempo cualquier cosa parece buena y saludable. Un batido, un tazón de cerealwa o simplemente una rápida cena congelada suenan como una opción muy conveniente, sin embargo, esto es solo una solución a corto plazo.
Existen alimentos que a primera vista pueden parecer estar cumpliendo pero en realidad, no lo hacen. Muchos de estos alimentos sólo dan a tu cuerpo una explosión de azúcar y energía al principio, y luego todo va cuesta abajo en cuestión de horas, enviándote en busca de un nuevo bocado.
Conoce los 7 peores alimentos para controlar el apetito.
7 alimentos malos para calmar el hambre
1. Bebidas procesadas
Los zumos de fruta cuentan con una muy buena imagen, asociada a la buena salud. Es por eso, que un error común es tomar zumo para intentar calmar el hambre. Los jugos procesados además de tener poca fruta, suelen realizarse a base de saborizantes y colorantes poco saludables, también suelen tener azúcares añadidos que encierran riesgos para la salud.
Si piensas que una alternativa más saludable para los jugos procesados son los batidos, es necesario que reevalúes los ingredientes en ese vaso. Los batidos procesados pueden ser perjudiciales para el control del apetito, ya que se mezclan con bases de productos lácteos de alto contenido calórico, edulcorantes baratos, jugo y varias porciones de fruta convirtiéndolo en todo lo contrario a una bebida saludable.
Además de todo esto, las calorías que consumas en forma líquida no darán a tu estómago la misma sensación de saciedad que las que te aportará un alimento en su forma sólida. Por lo tanto, nunca deberías intentar obtener tus calorías de líquido.
Si estás ansioso por algo dulce y afrutado, nada supera lo real. Una buena alternativa, es preparar tu propio zumo de frutas frescas y orgánicas. En cuanto a los batidos, asegúrate de elegir uno que incluya proteína en polvo, frutas naturales y grasas saludables.
2. Barritas proteicas
¿Recuperarías energía después de entrenar con un chocolate con caramelo? Eso es exactamente lo que estás haciendo al intentar calmar el hambre con barritas proteicas.
La proteína debe llenar, ¿cierto? No, no si se combina con azúcares, conservantes y carbohidratos simples. Esta elección que creías saludable puede estar conduciéndote a más antojos.
Ciertamente todos necesitamos fibra en nuestro cuerpo, pero algunas barritas de proteína contienen demasiado azúcar que solo nos hace aglomerar en nuestro cuerpo esos azúcares en forma de kilos de más.
Si debes optar por una de estas para saciar el hambre, asegúrate de leer bien las etiquetas para determinar si tu barrita se parece más a una barra de caramelo llena de azúcares, carbohidratos simples y sabores artificiales que a un snack saludable, y opta por barras que incluya alimentos naturales como nueces, semillas y frutos secos.
3. Galletas
Por la forma en que se preparan, mala calidad en la harina y su excesivo contenido de azúcar, las galletas son pésimas para tu salud. Los productos horneados son carbohidratos simples que se descomponen rápidamente y son digeridos por nuestro cuerpo, lo que lleva a altos y bajos en nuestra energía y a un pésimo control del apetito.
La mayoría de galletas son ricas en azúcar y carbohidratos refinados y bajas en carbohidratos complejos como fibra, proteínas y grasas saludables, por lo que se digieren con bastante rapidez y aumentan el azúcar en la sangre.
La mayoría de las personas no se sienten satisfechos cuando comen estos alimentos refinados, aunque estén llenos de calorías y de grasa. Una vez que se digieren y su azúcar en la sangre se bloquea, terminas donde comenzaste. Nuestro cuerpo es intuitivo y seguirá señalando que se necesita alimento hasta que comamos algo que ofrezca densidad nutricional a nuestro organismo.
4. Pasta y arroz Blanco
Si eres fanático de la comida italiana y el arroz blanco, debes ser consiente de que tu apetito comenzará a aumentar, así como el azúcar en tu sangre.
El arroz blanco contiene cerca de un 7% de proteínas, es bajo en sodio y grasas y contiene pocas calorías. Por su parte, la pasta posee cantidades de almidón que, en caso de que no hagas suficiente ejercicio, te harán ganar varios kilos de más.
Los alimentos que provienen de las harinas blancas refinadas no aportan ningún nutriente a nuestro cuerpo. Estos alimentos se refinan mediante un proceso de molienda que les arranca la capa de salvado para darles una textura más fina. Una vez finalizado este proceso, los alimentos quedan prácticamente sólo como carbohidratos que nuestro organismo digiere rápido y con facilidad.
Estos son alimentos que no sacian el hambre: solo nos dan la impresión de que lo hacen y por muy poco tiempo. La forma en que el cuerpo procesa estos alimentos puede conducirnos a sentir más antojos de comer carbohidratos. Una alternativa más saludable a estos carbohidratos es ingerir su versión integral, siempre y cuando sea con moderación.
5. Comida congelada
Los supermercados están repletos de variedades de comidas congeladas que nos ofrecen una alternativa rápida, sabrosa y aparentemente saludable. Sin embargo, solo basta darle una leída a su lista de ingredientes para darte cuenta que están llenos de grandes cantidades de grasa y sodio, y que la mayoría de sus ingredientes son impronunciables, algunos ni siquiera suenan como comida.
Muchos alimentos congelados pueden contener grasas trans dañinas para el corazón. Además, el intenso proceso al cual estos alimentos son sometidos durante su preparación, los hace perder su contenido nutricional casi en su totalidad. Así que, es probable que tu estomago esté gruñendo de nuevo, poco después a causa de sentirse insatisfecho.
Aunque lo recomendable es evitar este tipo de alimentos en nuestra dieta diaria, el ajetreado ritmo de vida actual nos hace recurrir a veces a estas comidas.
Comprar alimentos congelados requiere de paciencia y buen juicio, busca siempre opciones más sanas hechas con granos enteros, y una fuente robusta de proteína magra.
6. Snacks Salados
Si hablamos frituras nunca puedes comer solo una: son la combinación de sal y grasa a la que solo unos pocos tienen la suficiente fuerza de voluntad para resistirse, especialmente si tienen hambre. Sin embargo, lo que va en las papas fritas, va a tu organismo.
Estos snacks salados contienen grandes cantidades de sodio que no aporta ningún nutriente a nuestro cuerpo, pero sí favorece la obesidad, la anemia y la diabetes. Además de que, el consumo exagerado de sal provoca hipertensión. El problema con las frituras es que, no son muy abundantes, así que es fácil comer toda una bolsa sin pensarlo y todavía seguir con hambre.
Si tienes antojo de un snack crujiente, hay variadas opciones que pueden satisfacer tu antojo mientras proveen nutrientes importantes en lugar de grasas y sal. Intenta con un puñado de frutos secos para calmar ese antojo de algo crujiente.
7. Refrescos light
Están es todas partes y se promocionan como la mejor opción para saciar la sed, así que, resulta tentador para cualquiera tomar un gran vaso de soda para calmar la sed y el hambre. Sin embargo, las bebidas gaseosas están llenas de azúcares, cafeína y saborizantes artificiales que son dañinos para nuestra salud, aumentan el peso y pueden provocarte muchas enfermedades a largo plazo
Aunque sea libre de calorías, la soda dietética puede hacer lo contrario cuando se trata de manejar los antojos. Algunos sostienen que las bebidas ligth con sus edulcorantes artificiales en realidad pueden aumentar tu deseo y tolerancia a los dulces, lo que podría alterar la capacidad de tu cuerpo para controlar el hambre y los antojos de azúcar.
En general, las bebidas azucaradas son sumamente peligrosas para nuestra salud y se recomienda evitar su consumo. Sustituye estas bebidaspor algo más saludable, el agua natural siempre es una excelente opción. Por otro lado, una rica agua de coco, o aguas saborizadas son opciones igualmente muy sanas.
Referencias
- Shannon Philpott. The 12 Worst Foods for Appetite Control. Para Livestrong [Revisado Febrero 2017]
