Cómo ganar la batalla mental y emocional cuando buscas perder peso

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La salud mental muchas veces se ve poco valorada, en especial cuando te propones un cambio importante en tu vida como bajar de peso. Sin embargo, si te encuentras en esa situación, tu mente y tu cuerpo deben estar en la misma sintonía para funcionar al máximo. Esta es la razón por la cual existen desórdenes alimenticios y efectos negativos de dietas demasiadas enfocadas en el físico y en las cuales la salud mental está poco valorada.

Los expertos recomiendan que, cuando realices un régimen alimenticio, reconozcas la relación emocional que tienes con la comida, de esta manera podrás conocerte mejor y decidir sobre tus alimentos sin resentimientos.

Con estos propósitos, pretendemos brindarte información acerca de cómo ganar la batalla mental cuando buscas perder peso.

4 consejos para la salud mental cuando pierdes peso

Cómo sobrellevar la carga emocional y mental al adelgazar

1. Descubre cómo relacionas tus sentimientos con la comida

Durante la niñez solemos establecer nuestra mentalidad en base a las actitudes de los adultos; por ello, tener como modelo a seguir una persona que vive a base de dietas y que tiene como única preocupación bajar de peso puede llegar a transferirse a nuestra propia persona. Además, al entrar en la pubertad las presiones sociales tanto en el entorno familiar como del exterior influyen en gran medida en cómo percibes tu cuerpo e inseguridades, haciendo que elijas las comidas bajas en calorías.

Generalmente, los padres tienen buenas intenciones al sugerir cierta comida sobre otra, pero si es verdad que aquellas predisposiciones determinan lo que tu consideras como comidas “malas” y “buenas” para tu salud.

Descubrir estas relaciones que cada uno tiene con la comida toma tiempo, ya que como adulto descubrirás nuevos gustos y disgustos basándote en tu propia experiencia en lugar de la de tus padres. Un paso en la dirección correcta es comenzar a informarte con fuentes fehacientes sobre nutrición y acerca de las distintas maneras en las que la comida afecta a tu cuerpo, aunque también puedes ahorrarte este paso visitando un nutricionista cualificado.

La relación de tus sentimientos con la comida

2. Date un respiro de vez en cuando

Hace semanas que trabajas duro para convertirte en la mejor versión de ti mismo, pero tienes un evento y no sabes qué hacer para no saltarte tu dieta en el proceso.

Tus sentimientos de arrepentimiento son válidos, pero al mismo tiempo debes tomarte un respiro de vez en cuando para disfrutar de actividades que no involucren a tu dieta. Si no te detienes, puedes desarrollar un comportamiento obsesivo, por ello la mejor opción es disfrutar de la comida un momento y luego volver a tu rutina sin remordimientos.

Es de suma importancia que dejes de ver a los alimentos como la vía para conseguir un objetivo y comenzar a disfrutar de sus sabores y aportes nutricionales. Además, un pequeño desliz no hará que todo tu esfuerzo no valga la pena. De cualquier manera, si no puedes lidiar con ello siempre es una opción hablar con profesional de la salud mental, quien puede ayudarte a cambiar tu perspectiva sobre este tema.

Date una recompensa sin remordimientos de vez en cuando

3. Deja de pensar que te privas de alimentos

El resentimiento que causa la deprivación de alimentos puede jugar un papel importante a la hora de continuar o abandonar un régimen alimenticio. De hecho, esos pensamientos negativos pueden afectarte emocionalmente, lo que te hace más propenso a comer emocionalmente.

Antes de entrar en este círculo vicioso, busca la forma de controlar tus pensamientos. Una de las opciones más efectivas es a través de un terapeuta, así podrás cambiar tu predisposición con la que abordas cada alimento y darle un nuevo significado positivo. Además, verás que la satisfacción instantánea que viene con la ingesta de un alimento poco saludable no será comparable con la decepción si rompes con tu dieta.

Batalla emocional en dietas restrictivas

4. Recuerda que tu peso no define tu valor

Quitar las inseguridades de tu mente y comenzar a valorarte es una tarea ardua, pero altamente gratificante. Tal vez con el paso del tiempo has desarrollado el pensamiento que tu peso te define como persona, pero podemos decir con seguridad que eso no es verdad.

Debido a los estereotipos sociales impuestos por los medios de comunicación sentimos que debemos cumplir con un modelo de belleza y felicidad ya prefijados. Esto genera que te sientas mal cuando no encajas en ninguno de ellos, produciendo pensamientos negativos cada vez más destructores.

Cuando piensas así es difícil siquiera estar contento con tus resultados, ya que siempre querrás obtener algo mejor y más aceptado por la sociedad. Es ahí cuando aparecen las frustraciones y la falta de motivación. Además, aquellas personas con poca autoestima tienden a desarrollar síntomas depresivos y de ansiedad que, al final, se intentan solucionar consumiendo más comida.

Un buen consejo es mantener un mantra para utilizar en cada ocasión que te sientas sin motivación o deprimido acerca de tu peso. Un gran ejemplo es: “soy hermoso tal como soy y estoy trabajando para mejorar”. El objetivo es reemplazar tus pensamientos negativos con algunos positivos que aumenten tu amor por ti mismo.

La presión social acerca de tu cuerpo afecta tu salud mental

Referencias

  • Lindsay, T. How to Win the Mental and Emotional Battle of Losing Weight. Para Livestrong. [Revisado en Noviembre de 2019].
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