Levantarse por las mañanas con el buen ánimo de querer cumplir con las tareas pendientes puede llegar a ser un sacrificio. Ser productivo significa trabajar mucho y cada vez mejor para cumplir con los objetivos impuestos, de esta manera se puede llegar de una manera satisfactoria al final del día.
Sin embargo, existen varios hábitos que pueden perturbar nuestro rendimiento a la hora de sacar el máximo provecho a nuestra jornada laboral. Descubre cuáles son las 11 peores conductas que podemos tener antes de un día de trabajo.
11 hábitos que perjudican tu productividad
1. Apagar el botón del despertador y seguir durmiendo
Apagar el despertador y tratar de posponer el comienzo del día es una fórmula que está muy lejos de beneficiarte.
Cuando te despiertas por primera vez, el sistema endocrino comienza a liberar hormonas que te preparan para comenzar el día, pero si te vuelves a dormir, frenas ese proceso. Además, ten en cuenta que cinco minutos más no le darán a tu cuerpo el tiempo necesario para conseguir un sueño profundo y reparador.
Por lo tanto, por muy duro que te parezca al principio, no dudes en comenzar el día nada más suene el despertador, tu cuerpo no tardará más que unos pocos minutos en activarse.
2. Priorizar tu trabajo al sueño
Dormir bien puede aumentar la productividad, permitirte tomar las decisiones correctas, despejar tus ideas y, en definitiva, ayudarte a ser más feliz.
Existe una correlación directa entre la falta de sueño y la ineficiencia laboral, ya que la corteza prefrontal del cerebro, ,donde se alojan las funciones de resolución de problemas, se degrada al no obtener suficiente cantidad de horas de sueño. Si tu cerebro no recibe la cantidad necesaria de sueño, baja tu nivel cognitivo siendo el motivo equivalente a acudir borracho al trabajo.
Por lo tanto, planifica bien tu trabajo para poder ir a dormir a una hora razonable.
3. Dormir con el teléfono al lado de la cama
Las pantallas de los Smartphone, tabletas u ordenadores emiten una luz azul que según los estudios, pueden llegar a dañar la visión y suprimir la producción de melatonina, la hormona que ayuda a regular el ciclo del sueño. También se halló en dicho estudio que aquellas personas que tienen una producción baja de melatonina están propensas a sufrir de depresión.
4. No desayunar
Según diferentes estudios, el desayuno es la comida más importante del día, ya que es la primera con la que empieza a funcionar el metabolismo, y con la cual repones los niveles de azúcar en la sangre necesarios para lograr concentración y productividad durante todo el día.
Cuando los niveles de azúcar se encuentran bajos, es mucho más difícil concentrarse, y las posibilidades de estar cansado, irritable e impaciente son muy altas. Por eso es recomendable que empieces el día con el pie derecho consumiendo un desayuno rico en carbohidratos, fibra y proteínas magras.
5. Consumir comida basura a la hora de comer
Del mismo modo que en el punto anterior, el almuerzo requiere mantener los niveles de energía con una comida saludable.
Tomar un almuerzo alto en azúcar y grasas puede hacer que te sientas más cansado, por eso los expertos recomiendan elegir una comida rica en proteínas, grasas saludables y carbohidratos ligeros. Por suerte, muchas cadenas de comida rápida tienen en cuenta ésto y venden este tipo de comidas, ya que si no caerías desplomado en tu escritorio luego del almuerzo.
6. Tener demasiadas reuniones
Nada peor que una reunión innecesaria para frenar la productividad hacia tus metas. Tener demasiadas reuniones a lo largo del día puede ser muy ineficiente. Si tienes posibilidad de utilizar otros recursos para resolver diferentes problemas (Skype, etc), no dudes en utilizarlos, ya que de esta manera conservarás tu productividad para realizar otras cosas importantes.
7. Estar sentado todo el día
Los expertos recomiendan no estar sentados todo el día y buscar la manera de activar el cuerpo. Una manera original de realizar reuniones laborales es salir a hablar caminando al aire libre. Verás que de esta manera surgirán nuevas ideas en tu mente y te ayudará a tomar decisiones coherentes.
8. Evitar entrenar
Según un estudio, el entrenamiento durante la mañana y la tarde pueden aumentar la cantidad y la calidad del sueño durante la noche. Así mismo, también, mejora la productividad en tu trabajo y la concentración, agudiza la memoria, prolonga la resistencia mental, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
9. No saber priorizar
Algunas personas tienen varios objetivos en la mira para que en caso que uno no funcione, tener otro de reserva. Desafortunadamente, esta idea no es muy exitosa ya que pierdes mucho tiempo viendo cuales son los que no funcionan.
En lugar de ésto, es mejor que realices una lista con todos los objetivos en mente, y de ahí priorizar los 5 más importantes que puedas llegar a concretar con más facilidad.
10. Tener un exceso de planificación
A las personas ambiciosas y meticulosas les encantan planificar cada segundo de su vida, maximizando de esta manera su productividad. La parte negativa es que pueden carecer de flexibilidad cognitiva si hay algún suceso inesperado en su rutina diaria.
Si te sientes así, es recomendable que planees 4 a 5 horas del día para el trabajo real y luego ser flexible con lo que se pueda llegar a presentar en el momento.
11. Postergar un trabajo importante para el día siguiente
Lo más común es empezar el día realizando las tareas más fáciles dejando para el final las más agobiantes. Esto resulta ser una mala idea ya que con frecuencia no se llega a realizar el trabajo por completo.
Según un estudio, las personas tienden a disminuir su fuerza de voluntad a lo largo del día, por eso es recomendable empezar el día realizando las actividades más difíciles y dejar para el final las más livianas y fáciles de realizar.
Referencias
- R. Gillett, 17 bad habits that are sabotaging your productivity. Para Business Insider [Revisado en Octubre 2016]