Cuando se habla de las toxinas en alimentos, se suele tener una idea exagerada. Se cree que ciertos alimentos, como comidas con mucha grasa o o carbohidratos, dejan a su paso por el cuerpo elementos «tóxicos» que alteran muchas funciones, y que con el paso del tiempo se van acumulando en el organismo.
Quienes aseguran esto, dan por sentado que el cuerpo no es capaz de eliminar sustancias dañinas de este tipo. Si esto fuera cierto, moriríamos, por lo cual la desintoxicación de este tipo es un mito.
No obstante, si hay algunos «alimentos tóxicos«, o que al menos merecen ser llamados así, en la medida en que al consumirlos no aportan nada al cuerpo. Algunos de hecho incluso pueden poner en riesgo la salud.
Las 7 toxinas en alimentos más peligrosas
1. Aceites de vegetales y semillas refinados
Existen aceites saludables como el aceite de oliva o los omega 3, pero también existen aceites refinados con toxinas muy poco saludables. Entre los aceites de vegetales y semillas refinados que debemos evitar, se encuentran los de maíz, girasol, cártamo, soya y de semilla de algodón.
Si bien estos aceites vegetales se usaron en algún momento para reemplazar otras grasas saturadas, la evidencia posterior ha demostrado que su uso constante trae consecuencias poco gratas para la salud.
Estas son algunas razones por las que estos alimentos pueden ser considerados toxinas perjudiciales:
- Al carecer de nutrientes, solo recibimos «calorías vacías» al consumirlos.
- Son muy altos en ácidos linoléicos de omega 6, los cuales, aunque sean necesarios para el cuerpo, son perjudiciales en grandes cantidades.
- Poca gente equilibra estos aceites con aceite de omega 3, privando al cuerpo de grasas poliinsaturadas.
- Estudios en animales sugieren que aumentan el riesgo de cáncer.
2. BPA o bisfenol A
Más que un alimento, el bisfenol A o BPA, es un elemento del plástico comúnmente encontrado en envases comerciales de comida y bebida. De este modo, alimentos como el agua embotellada o los enlatados de carne, pez o pollo, suelen contener esta toxina gracias al contacto con los recipientes en que los venden.
Hasta ahora los estudios han demostrado que el consumo de BPA diario no debe sobrepasar los 50 mcg/kg. De otra manera, el cuerpo puede experimentar estas consecuencias:
- Problemas reproductivos y riesgo de cáncer.
- Resistencia a la insulina.
- Diabetes tipo 2.
- Obesidad.
- Problemas en la tiroides.
Pese a que es un elemento nocivo muy vetado, algunos estudios indican que aún es común encontrar BPA en distintos alimentos comerciales, con lo cual no es mala idea dejar un poco de lado los productos vendidos de esta forma.
3. Grasas trans
Las grasas trans son grasas creadas a partir de agregar hidrógeno en aceites insaturados hasta llevarlos al estado de grasa sólida. Esta alteración hace que el cuerpo no pueda procesarlas con facilidad, lo cual trae consecuencias pésimas para la salud.
Entre las consecuencias de las grasas trans para la salud, las más notorias redundan en mayor riesgo de inflamación cardíaca, de diabetes, obesidad y otros efectos negativos sobre el sistema circulatorio.
Este balance negativo indica que las grasas trans bien podrían ser consideradas «tóxicas», por lo que lo mejor es evitarlas en la medida de lo posible.
4. Hidrocarburos aromáticos policíclicos
Si bien las proteínas animales como la carne de res o pollo son altamente saludables, cocinarlas a muy altas temperaturas bajo métodos de cocción como el asado o la parrilla, puede liberar toxinas en ellas.
Las toxinas de la proteína cocida excesivamente se conocen como hidrocarburos policíclicos aromáticos, y son un compuesto orgánico asociado a muchas afecciones de la salud.
Varias investigaciones han hallado que los hidrocarburos policíclicos aromáticos pueden provocar problemas en el tracto digestivo, que pueden llevar a cáncer de colon, especialmente cuando las toxinas están presentes en carnes rojas.
Del mismo modo, las carnes muy hechas o muy poco hechas a la parrilla pueden ser igual de perjudiciales.
5. La cumarina en la canela de cassia
Los beneficios de la canela para la salud son múltiples y van desde bajar lo niveles de colesterol malo hasta reducir el riesgo de diabetes tipo 2.
No obstante, de los dos tipos de canela que hay, la Ceilán y la Cassia, la última contiene altos niveles de un componente llamado cumarina, que tiene efectos poco convenientes para el ser humano.
Estos son algunos posibles efectos nocivos provocados por el consumo excesivo de canela cassia:
- Mayor riesgo de cáncer.
- Posibles daños en el hígado.
- Posibles fallos renales.
6. Aditivos del azúcar
El azúcar, especialmente cuando es usada como aditivo, es una caloría vacía sin mayores aportes para el cuerpo. Si bien esto casi todos lo saben, es poco lo que alcanzamos a imaginarnos en relación con el daño real que ella representa.
Entre otros factores de riesgo, los altos niveles de azúcar y fructosa puede tener efectos desagradables como:
- Obesidad.
- Diabetes tipo 2.
- Síndrome metabólico.
- Hígado graso.
- Mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer como el cáncer de mama y de colon.
Por otra parte, los estudios han demostrado que el azúcar es similar a una droga, en tanto su consumo conlleva efectos de dependencia y episodios de abstinencia. Sin duda, algo tóxico que no debes meter en grandes cantidades en tu cuerpo.
7. El mercurio del pescado
Si bien consumir pescado es muy saludable en la mayoría de los casos, ciertos tipos de pescado son la principal fuente de mercurio, una toxina real para el ser humano.
El mercurio no surge en el pescado de un modo natural: este se encuentra ahí como consecuencia de los desechos que muchas industrias vierten en el mar y en el aire. Básicamente, el resultado es como si comiéramos desechos industriales en pequeñas cantidades.
Algunas consecuencias a largo plazo que podría traer el consumo de mercurio son:
- Afecciones en distintos órganos.
- Mayor riesgo de infartos.
- Posibles enfermedades hereditarias.
7.1 ¿Cómo evitar el consumo de mercurio del pescado?
No hay un método infalible para evitar el consumo de mercurio: su presencia está tan extendida, que es muy probable que la mayoría de los peces en el mercado lo contengan, incluso en cantidades muy pequeñas. Sin embargo, algunos de los pescados con más riesgo de contener mercurio son los siguientes:
- Macarela.
- Pez espada.
- Tiburón.
- Atún.
La mala noticia es que la mayoría de ellos contienen beneficios como cantidades altas de omega 3, con lo cual es casi igual de dañino no consumirlos en absoluto. Sin embargo, existen otros pescados de los cuales se sabe a ciencia cierta que contienen bajas cantidades de mercurio.
Lo mejor es consumir pescados en cantidades justas, y siempre optando por especies consideradas bajas en mercurio como el salmón.
Referencia
- Franziska Spritzler. 7 «Toxins» in Food That Are Actually Concerning. Para Authority Nutrition. [Revisado en agosto de 2016]