Hoy en día muchos “expertos” en el campo de la nutrición y la salud recomiendan dietas que terminan resultando fatales en cuanto a los efectos que provocan en nuestra situación hormonal, y estos “expertos” no suelen ser conscientes de todos los problemas que generan estos cambios hormonales.
Por el lado contrario, podemos aprovechar estos cambios hormonales y utilizarlos en nuestro favor, de modo que podamos prevenir el aumento de peso o incluso nos sea más sencillo adelgazar, mejorando así nuestra calidad de vida.
¿Qué mecanismos bioquímicos nos hacen comer de más?
Algunas personas creen que la obesidad es únicamente fruto de comer demasiado y realizar muy poco ejercicio, es decir, creen que el comportamiento individual provoca que se gane peso.
En cualquier caso, el doctor Robert Lustig, una eminencia en el campo de la obesidad infantil, cree que esta no es la forma en la que ocurre esto, o al menos no lo es en la mayoría de las personas.
Él opina que existen mecanismos biológicos que pueden explicar cómo los alimentos que ingerimos pueden alterar el funcionamiento de nuestras hormonas, lo que nos lleva a comer más y ganar peso.
¿Qué papel tiene la insulina y la leptina en la obesidad?
La obesidad es un trastorno muy complejo y los científicos no coinciden en cuál es su causa real, pero sí es seguro que las hormonas tienen mucho que ver con esto.
1. Leptina
Una hormona clave en este proceso es la leptina, que se segrega por los adipocitos; las células en las que almacenamos la grasa. La leptina envía una señal al cerebro indicándole que tenemos suficiente energía acumulada y que no necesitamos comer. Los obesos tienen mucha leptina en sangre, pero el problema es que esta leptina no está alcanzando el cerebro para entregar esa señal. Ese problema es uno de los puntos clave en la obesidad, ya que en definitiva nos lleva a comer más.
2. Insulina
Otra hormona también considerada culpable de la obesidad es la insulina. La insulina hace que nuestras células capten la glucosa sanguínea y la utilicen posteriormente para formar glucógeno o grasa. De acuerdo al doctor Lustig, la insulina contribuye a la obesidad bloqueando la señal de leptina en el cerebro.
Es por esto que a causa de tener niveles de insulina elevados de forma crónica puede ser una de las razones por las que la gente se hace resistente a la leptina.
¿Por qué aumentan nuestros niveles de insulina?
Una pieza clave de la diabetes de tipo 2 es la resistencia a la insulina. Esto significa que tu cuerpo no reconoce la señal de la insulina y por tanto el páncreas necesita fabricar más. Esto provoca que los niveles de insulina estén siempre altos, y si esto ocurre se pueden generar problemas mayores.
De acuerdo con el doctor Lustig, el exceso de fructosa por parte de los azúcares añadidos es uno de los desencadenantes de esta resistencia. Hay muchas evidencias de que esto lleva a problemas metabólicos. Es por esto que evitar el azúcar es una estrategia preventiva muy importante, pero no implicará la cura más efectiva.
¿Cómo disminuir los niveles de insulina?
El estímulo principal para la secreción de insulina son los carbohidratos de la dieta. Las proteínas también la estimulan, pero en menor medida. Muchos estudios muestran que la disminución en la ingesta de carbohidratos lleva a niveles de insulina reducidos y finalmente a la pérdida de peso.
Conclusión
La insulina es una hormona de doble filo que puede hacer que nuestras células obtengan las proteínas que necesitan para crecer, pero también puede hacer que capten glucosa, y si hay un exceso de glucosa finalmente se producirá un aumento del tejido graso. Reducir los hidratos de carbono puede ser una buena estrategia a la hora de disminuir los niveles de insulina.
Referencias
- Kris Gunnars, A Simple Way to Fix The Hormones That Make You Fat, para Authority Nutrition [Revisado en febrero de 2016].