La prevención para el dolor de oídos viene acompañada del sentido común con el que los trates. El oído es uno de los órganos más delicados del cuerpo humano, encargándose de mantener tu equilibrio, y de detectar y ampliar los sonidos para que tu cerebro los interprete.
Sin embargo, estamos expuestos a ruidos fuertes en el ambiente que pueden ocasionar daños como pérdida temporal e incluso permanente de la audición. Descubre cuáles son las mejores opciones para prevenir el dolor de oído.
¿Cómo funcionan los oídos?
Tu oído funciona capturando las ondas de sonido en el entorno en que te encuentres, plasmando las señales al cerebro para que este las interprete. Estas ondas viajan por todo el conducto auditivo externo hasta el tímpano por medio de vibraciones. Las vibraciones viajan a 3 pequeños huesos del oído medio, sirviendo de amplificador y puente a una estructura en forma de concha de caracol llamada cóclea.
La cóclea es una estructura hueca con canales llenos de un líquido especial que se encuentra debajo de una membrana que se llama membrana basilar. Todo el sonido que recibe tu oído es al final recibida por las células ciliadas sensoriales que se encuentran en la parte superior de la membrana basilar y juntas crean señales eléctricas las cuales las recibe el nervio auditivo y se envían al cerebro.
¿Por qué se dañan los oídos?
La edad es una de las causas más comunes de la perdida de la audición, seguido por los internos debido a la exposición del oído a sonidos fuertes, como por ejemplo ruidos repentinos, un disparo o el sonido de un fuego artificial causando la perdida inmediata de la audición, pudiendo ser los lapsos temporales o permanentes. Además, exponer el oído a sonidos moderados o fuertes como las cortadoras de césped, herramientas eléctricas o música a alto volumen pueden causar una pérdida de la audición de frecuencia acumulativa y progresiva.
¿Cuáles son los efectos nocivos del ruido?
La exposición prolongada a ruidos fuertes tiende a dejar secuelas a largo plazo, ya que dañan progresivamente las células del pelo, las cuales son los receptores sensoriales para el sonido determinando la posición del cuerpo. Una vez que estas células se dañan, no se vuelven a regenerar. Los ruidos fuertes pueden dañar el nervio coclear impidiendo que se envíen las señales auditivas al cerebro.
Según el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD), todos los ruidos que se encuentren por debajo de los 75 decibelios son generalmente seguros para tu oído incluso si es prolongado. Sin embargo exponerte prolongadamente a unos 85 decibelios puede causar daños.
¿Cómo identificar si he perdido audición?
Si levantas la voz al hablar para que te escuchen, si no puedes oír a alguien a menos de 100 metros de ti o si al salir de un lugar donde exista mucho ruido los sonidos te parecen como apagados, estás en un nivel de riesgo potencial. Otros signos de la exposición al ruido peligrosos incluyen dolor de oído o zumbidos.
Por lo tanto, trata de no exponerte a sonidos fuertes de lo contrario es posible que hayas sufrido de daños auditivos, de los cuáles muchas personas no son conscientes hasta pasado un tiempo.
¿Cómo prevenir el dolor de oídos?
Para prevenir daños en los oídos puedes. por ejemplo, usar tapones de protección para los oídos o auriculares para reducir los sonidos fuertes en el caso de que trabajes en un entorno ruidoso. De igual manera, si te encuentras en casa y vas a utilizar la máquina de cortar césped u otras máquinas eléctricas puedes usar unos tapones para los oídos.
También debes procurar evitar el uso de los auriculares con música con el volumen muy alto durante periodos prolongados de tiempo.
Conclusión
Con estas ayudas puedes identificar si te encuentras en riesgo actualmente. Protege tus oídos de ruidos fuertes y verás que a largo plazo lo agradecerás, teniendo en cuenta lo delicado y valioso que son para tu cuerpo. Si sientes alguno de estos síntomas acude al medico para que te realice una revisión mas a fondo.
Referencia
- Martinez J. How Can Sound Damage Your Ears? Para livestrong [Revisado en enero de 2016]