Cuando hacemos deportes que generan mucho impacto y desgaste en nuestras partes inferiores del cuerpo (caderas, muslos, rodillas, tobillos y pies), como es el caso de correr, estamos sometiéndonos a un riesgo constante de lesiones que muchas veces terminan concretándose.
Cuando esto sucede, nos preguntamos a qué se debe cuando incluso lo estábamos haciendo bien. Pero hay algo que no siempre tenemos en cuenta y es donde puede estar alojado nuestro problema: nuestros pies, la forma en que los apoyamos al correr y la no utilización de plantillas adecuadas.
Descubre el problema que suele encontrarse en nuestros pies, en nuestro apoyo al movernos y por qué debemos usar buenas plantillas para correr.
¿Qué dicen las estadísticas acerca de las lesiones en los atletas?
Un estudio realizado en triatletas en 2011 arroja luz sobre las distintas posibilidades de lesiones: 5% de las lesiones se produjeron en el agua, 16% en el sillín y un 79% durante la maratón.
Los músculos representaron el 54% de las lesiones en los competidores masculinos, seguidos de lesiones en los tendones (19%), ligamentos (17%) y huesos (9%).
En atletas femeninas, la prevalencia de las lesiones fue diferente: 32% de músculos, 32% de huesos, 32% de tendones y ligamentos sólo el 4%.
Por otro lado, un estudio del año anterior informó que las lesiones en las extremidades inferiores representaron alrededor del 59% de todas las lesiones reportadas por triatletas durante la temporada de carrera 2006-2007 en Victoria, Australia.
Estas estadísticas plantean la cuestión de si se puede hacer algo para mitigar el riesgo de lesiones durante una maratón.Encontrar respuesta a esta cuestión es importante, debido a que el más mínimo compromiso en la eficiencia de la función de una extremidad inferior puede traer aparejado el aumento del trauma mecánico de los músculos, los tendones, los ligamentos y los huesos.
Por ello, los atletas deben hacer todo lo posible para garantizar un mejor control biomecánico en todo momento. Aquí es donde las plantillas juegan un papel importante.
¿Cómo influye la pisada en los pies de los atletas?
El pie, cuando aterriza, lo hace con el talón (y el antepié) invertido al suelo. La pronación del pie posterior (es decir, cuando los tobillos están girados hacia adentro, haciendo disminuir el arco) absorbe el choque del contacto inicial con el suelo al descender el pie; y en el medio de la etapa, el talón sólo queda descansado en el suelo.
Entonces, cuando logramos que no haya más pronación, el pie comienza con la re-supinación (o sea, cuando el talón comienza a rodar hacia fuera), haciendo que el arco aumente en consecuencia. Estos movimientos continúan cuando el talón se eleva desde el suelo, haciendo que el pie se mueva durante el momento de propulsión despegando los dedos.
La mayoría de podólogos y otros especialistas en biomecánica consideran que esto se trata de una función biomecánicamente eficiente del pie.
A continuación, veremos los distintos tipos de pisada que tienen los atletas que se dedican a correr.
Tipos de pisada en atletas
1. Pronación excesiva del pie
Aunque un pie excesivamente pronado tome muchas formas, en general, la excesiva eversión del talón y el aplanamiento del arco se producen durante el apoyo medio; de manera que cuando el talón se levante desde el suelo, se mantenga en una posición excesivamente pronada o sea incapaz de volver a re-supinar completamente durante la fase de propulsión.
Un pie excesivamente pronado implica un factor que contribuye a un número de lesiones específicas del pie y la pierna, incluida la fascitis plantar (dolor en el talón y el arco) y algunas formas de periostitis; diversos dolores de rodilla (incluyendo el dolor patelofemoral, o dolor detrás de la rótula de la rodilla) y dolor lumbar.
2. Supinación del pie
Un pie supinado (es decir, que tiene baja pronación) falla al rodar el talón verticalmente durante el momento del contacto, y en lugar de ello, permanece invertido durante todo el golpe de talón, apoyo medio y los períodos de propulsión del paso.
Este tipo de pie se ha asociado con la mala absorción de impactos y lesiones específicas de miembros inferiores, incluyendo repetidos esguinces de tobillo, tensión en el tendón peroneo (fuera de la espinilla) y síndrome de fricción de la banda iliotibial en la rodilla y la cadera.
3. Pie neutro
Los atletas que tienen el funcionamiento de un pie neutro ¿podría suponer que una zapatilla de pisada neutra sin plantilla ortótica es adecuada para ellos? Por desgracia, esto no es así de simple.
Una investigación ha demostrado que, probablemente debido a la fatiga muscular acumulada, los triatletas con pie neutro en el inicio de la carrera pueden convertirse en pronadores excesivos a mitad de la maratón. Además, puede exponerlos a un rendimiento poco óptimo.
El mensaje principal de este estudio en particular es que, incluso hasta los pies que funcionan normalmente, pueden necesitar un control de la pronación durante la carrera.
Conclusión
Ahora nos queda claro que un atleta que se dedica a correr suele exponer sus extremidades inferiores a una extrema tensión, compresión y rotación de fuerzas que explotan incluso a la más pequeña debilidad corporal, generándoles distintas clases de lesiones en las extremidades inferiores del cuerpo.
Todas estas debilidades pueden magnificarse con las carreras y los entrenamientos. Es por ello que debemos contar con las plantillas adecuadas para cada tipo de pie y así evitar distintas clases de lesiones de ahora en adelante.
Referencias
- Raymond J. Anthony, The IRONMAN Athlete’s Guide to Happier Feet. Para Iron Man [revisado en diciembre de 2015].