La inteligencia emocional suele definirse como la capacidad de reconocer y administrar nuestras propias emociones, así como de reconocer e influenciar las emociones de los demás.
Desarrollar nuestra inteligencia emocional nos permite tener un mayor autocontrol y saber manejar nuestras emociones y nuestro comportamiento ante el mundo, sobre todo en situaciones de mayor presión. Además nos permite tener una mayor conciencia de nuestro entorno y de las emociones generadas en los demás.
Tener este reconocimiento y capacidad de influir en las emociones de los demás nos deja las puertas abiertas para el éxito, porque normalmente las personas hacen negocios con aquellas personas en quienes confían.
Los componentes fundamentales de la inteligencia emocional
Existen algunos elementos que ayudan a las personas a conectarse y reconocer sus propios estados emocionales así como los de los demás:
1. Conciencia de sí mismo
Refiere a la capacidad de reconocer nuestro propio estado emocional y de cómo nos estamos presentando ante el mundo
2. Autorregulación
Capacidad de controlar nuestras acciones ante el mundo exterior, sobre todo en situaciones de presión y de mantener nuestras emociones bajo control cuando la situación lo requiere.
3. Motivación
Tiene que ver con la pasión o con lo que nos mueve a hacer ciertas cosas más allá de los compromisos y que nos lleva a dar lo mejor de nosotros.
4. Empatía por los demás
Es reconocer y sentir las emociones que estén experimentando las personas a nuestro alrededor como resultado de su propio proceso de vida
5. Habilidades sociales
Se refieren a la capacidad de construir relaciones de comunicación y vinculación certeras que puedan generar redes adecuadas para nuestro desarrollo personal
Todas estos son componentes fundamentales que coadyuvan a una inteligencia emocional efectiva; sin embargo, lo más importante de esta es la capacidad o fuerza que tengamos para poder activarla. A continuación te decimos como hacerlo.
6 estrategias para activar tu inteligencia emocional
1. Mantén un diario
Lo primero es poder listar cuáles son esas situaciones que activan nuestro lado explosivo o negativo que generan algún sentimiento no deseado como la rabia o la frustración. Para ello, es importante tener siempre a mano un diario que nos ayude a ir registrando estas situaciones que activan dichos sentimientos e igualmente ir escribiendo diferentes estrategias que podemos aplicar para enfrentarlas de una manera positiva.
Es importante repasar periódicamente lo registrado, para irlo procesando y asumiendo cuando se presente una de estas situaciones «explosivas».
2. Practica el estar tranquilo
Analizar nuestras reacciones ante situaciones adversas y construir estrategias para abordarlas adecuadamente nos ayuda a estudiar y poner en práctica nuestro propio autocontrol;de esta manera podremos pasar a un segundo nivel de experimentación que nos permita ir estudiando qué conseguimos con nuestra reacción, tanto en los demás y en nosotros mismos. De esta forma nos daremos cuenta que nuestras propias reacciones, la mayoría de las veces ,nos colocan mas lejos del resultado esperado.
Practica contar hasta diez, cerrar los ojos y respirar profundamente la próxima vez que te encuentres en una situación como esta: te ayudará a controlar tus emociones en vez de que tus emociones te controlen a ti.
3. Sé positivo
Conduce las situaciones siempre desde el optimismo. Encuentra el lado positivo en la tormenta y mira a los desafíos como oportunidades de crecimiento. Esto marcará la pauta en cómo responderán los demás ante situaciones de dificultad.
4. Ponte en la posición del otro
Debes fortalecer el «músculo de la empatía». Considera cómo las situaciones afectan a los demás y preocúpate por su verdadero bienestar o dificultades. Ellos reconocerán tu nivel de empatía y solidaridad.
5. Presta atención al lenguaje corporal
Fíjate cuál es tu posición corporal ante ciertas situaciones o personas. ¿Sueles tener una postura abierta o cerrada? Comenzar a estudiar tu propio posicionamiento corporal, te ayudará a analizar cuál es tu disposición ante las demás personas o en situaciones particulares. Piensa que esto le dice a las demás personas cómo te sientes realmente ,aunque tu lenguaje verbal diga lo contrario.
Si logras estudiarte corporalmente, luego podrás identificar con mayor facilidad cuál es la actitud de los demás en ciertas situaciones y te pondrá en situación de ventaja para saber cómo actuar.
6. Practica la gratitud
Ser agradecido con todas las personas que te acompañan en el logro de tus objetivos y demostrarlo de manera afectiva les dice que reconoces la importancia que ellos tienen para el logro de los objetivos comunes y los tuyos propios, lo cual genera una gran lealtad y liderazgo.
¿Qué beneficios tiene aplicar la inteligencia emocional?
Desarrollar la inteligencia emocional te permitirá no sólo tener mayor control de ti mismo, sino también de los espacios donde te desenvuelves, permitiéndote estar mas a gusto y haciendo sentir también más a gusto a las personas que te acompañan.
Normalmente, las personas que logran desarrollar su inteligencia emocional suelen ser líderes y generan una gran lealtad, dado que conectan profundamente con los integrantes e intereses del grupo, generándoles una gran confianza y seguridad para dar el máximo de si mismos a las causas planteadas por ti y por el grupo.
El optimismo, la empatía, la tranquilidad y la gratitud, son algunas de las claves que te ayudarán a conseguirlo. ¡Inténtalo!
Referencias
- Levin, M. The Most Important Aspect of Emotional Intelligence that no one talks about. Para Inc [Revisado en Mayo de 2018]