La carne ha sido la fuente de proteína que ha acompañado al hombre en su crecimiento. Aún más importante, debemos nuestra inteligencia y nuestra darwniniana evolución al descubrimiento del fuego y por ende, la cocción de la carne.
Sin duda alguna, poder cocinar correctamente las distintas fuentes de proteína que nos ofrece la madre naturaleza proporciona un alimento libre de enfermedades y un incremento de la cantidad de beneficios que nos aportan.
Hoy en día existe más de una manera de cocinar la carne y la proteína en general, y han sido establecidos un conjunto de parámetros a seguir para sacar el mejor provecho de estos alimentos y al mismo tiempo, convertirlos en el más delicioso manjar.
Cómo cocinar cada tipo de proteína
1. Pollo
Al cocinar una pieza de pollo, el principal objetivo a conseguir es eliminar cualquier riesgo de salmonela. La manera correcta de erradicar esta enfermedad y de disfrutar de un pedazo de pollo en su máximo esplendor es cocinarlo hasta alcanzar una temperatura de 160 °C en el horno o en la estufa; de esta manera, mantendrá sus jugos y no perderás una pizca de sabor. El truco está en alejar la pieza de pollo de la fuente de calor cuando alcance los 150 °C, ya que llegará a los deseados 160 °C por su cuenta.
Debes tener en consideración que lavar el pollo con agua antes de cocinarlo esparcirá la bacteria de la salmonela, por lo tanto, es mejor conservarlo seco. Además, limpia la superficie que haya estado en contacto con el pollo crudo usando vinagre de manzana, ya que es más efectivo para conseguir un máximo grado de limpieza.
2. Pescado
Este fruto del mar es una de las fuentes más limpias de proteínas que puedes encontrar, aportando entre 19 y 26 gramos por cada 100 g. Pero eso no lo es todo, pescados como el salmón ofrecen grandes cantidades de Omega-3 o ácidos grasos, muy favorables para la salud, además de minerales como el hierro.
Al momento de su cocción, debes hacerlo bajo fuego lento, y sabrás que está listo cuando se torne opaco y puedas separarlo en pedazos fácilmente. Ahora bien, debes evitar cocer demasiado un pescado o perderás proteínas en forma de una película líquida de color blanquecino que definitivamente no será apetecible.
Estas son normas generales para cocinar pescado, pero algunos de carne blanca como la merluza deben ser cocinados lo más posible bajo temperaturas de 145 °C.
3. Carnes rojas
No es un misterio el hecho de que la carne roja tiene un amplio rango en donde caben distintos tiempos de cocción. Por lo tanto, dependiendo de tus gustos, ordenarás tu filete rare o rojo, medium o término medio, o bien well-done o cocido. Independientemente, conseguirás de tu filete grandes cantidades de proteína y hierro.
Estos rangos de cocción comienzan a partir de los 120 °C y con práctica, sabrás identificar cada uno por sus diferencias al momento de cortar la carne. Es importante saber que el corte de la carne debe ser perpendicular a la dirección de las hileras de proteína que toda carne tiene. De esta manera, conservarás sus jugos y al masticar, tu carne no se sentirá gomosa.
4. Pavo
El pavo es una de las carnes más nutritivas. Contiene grandes cantidades de minerales como el hierro, zinc, fósforo, potasio y vitamina B, además de ser muy bajo en grasas pero alto en proteínas. Esta última característica hace que su carne se seque fácil y rápidamente. Por lo tanto, es crucial que se retire de la fuente de calor entre los 145 a los 150 °C.
Es importante diferenciar un pavo fresco de uno previamente congelado, ya que afectará drásticamente en el resultado.
5. Tofu
Este alimento es muy famoso en dietas de personas que tengan la carne animal fuera de sus planes. El tofu ofrece 10 gramos de proteína por cada media taza, cantidades sorprendentes de calcio y nueve aminoácidos esenciales que tu cuerpo tanto necesita y sin embargo, no produce.
Un gran punto a favor para el tofu es su fácil preparación y su gran posibilidad de presentaciones. Su sabor neutro permite resaltar el sabor de lo que uses para condimentarlo.
Debes saber también que este alimento a base de soya es procesado y por ende, debes considerar su consumo y no convertirlo en tu principal fuente de proteínas.
Conclusión
Hoy en día, cocinar alimentos como la carne es la norma. Sin embargo, no debes conformarte con el simple acto de encender el fuego, calentar la estufa y rostizar el trozo de tu carne de preferencia. Te aseguramos que dominar estos consejos cumplirá el objetivo de presentarte una grata experiencia cada vez que quieras comer pollo, pescado, carne, pavo o tofu.
Referencias
- Lefave,S. How to Cook Every Type of Meat (And Tofu). Para Daily Burn [Revisado en septiembre de 2017].