Cómo aliviar la disfunción de la articulación sacroilíaca

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Antiguamente se consideraba el hueso sacro como algo divino y sagrado ya que era el último hueso en descomponerse, de ahí que sacro signifique sagrado. Además también se consideraba que era una vértebra más, pero en este caso una vértebra importante que ejercía de sostén para el resto del raquis.

Nuestros antepasados no estaban para nada equivocados ya que la articulación sacroilíaca juega un papel fundamental tanto para la función del raquis como para la de la pelvis. Piensa que la forma triangular del sacro proporciona una ventaja mecánica para disipar y soportar fuerzas. Dada su posición y su potente protección muscular, cuando se siente dolor es difícil de identificar con exactitud cual es la zona dolorosa. Es por ello que necesitas tener una base de la anatomía y el funcionamiento de esta articulación para prevenir y tratar posibles problemas de dolores en ella.

Articulación sacroilíaca

¿Cuál es la anatomía de la articulación sacroilíaca?

Bien es sabido que la anatomía y función biomecánica de la articulación sacroilíaca es extremadamente compleja, no obstante es necesario conocer algunos aspectos básicos.

  • Como toda articulación, la articulación sacroilíaca es móvil, aunque no demasiado.
  • Su conexión directa con la pelvis hace que esté muy bien protegida por una gran cantidad de ligamentos y músculos como el psoas, el ilíaco, los erectores espinales, el cuadrado lumbar, el piriforme, el obturador, los oblicuos, los abdominales, los glúteos y los isquiosurales.

¿Cuántos músculos verdad? Bien, pues imagina que si no hay un equilibrio en la longitud muscular se provocara, entre otras consecuencias, limitaciones en el movimiento articular que afectarán a la pelvis y, obviamente, a la rodilla.

Tratamiento de la disfunción de la articulación sacroilíaca

¿Cuál es la función de la articulación sacroilíaca?

Como mencionaba previamente, el diseño triangular de la articulación otorga una estructura que ayuda a disipar fuerzas. No obstante, también ayuda a transmitir fuerzas desde los miembros inferiores hasta los miembros superiores y viceversa. De hecho, una importante investigación mostró que durante una flexión de cadera, rodilla y tobillo (es decir, una sentadilla tradicional) las fuerzas transmitidas por la articulación sacroilíaca eran de 27 Kg (1).

¿Qué movimientos puede ejercer la articulación sacroilíaca?

Existen dos movimientos fundamentales de la articulación que quizás no conozcas:

  • Nutación: Este movimiento se focaliza en tu sacro provocando una avance e inclinación anterior. Ya que está conectada con la pelvis, este movimiento implica una rotación interna del fémur.
  • Contranutación: Es un movimiento opuesto, se provoca un retroceso y una declinación del cóccix. En este caso, el fémur se encuentra en rotación externa.

Cómo tratar el dolor de la articulación sacroilíaca

¿Qué problemas pueden surgir en la articulación sacroilíaca?

Ahora que conoces un poco más sobres esta articulación, es momento de que seas consciente de que problemas pueden desencadenarse en esta zona corporal. Existen cuatro problemas principales:

  1. Hipermovilidad.
  2. Inestabilidad.
  3. Hipomovilidad.
  4. Rigidez y acortamiento muscular.

Dentro de los problemas mencionados, existe una causa como denominador común, el desequilibrio muscular. Al igual que se ha mencionado anteriormente, si unos músculos trabajan más que otros causarán problemas. Por ejemplo, durante el embarazo se produce una hipermovilidad (entre un 30 y un 86%) ya que se produce una separación de los isquiones.

Lógicamente esto es necesario ya que debe aumentar el espacio por una simple razón: hay un bebé que debe pasar por ahí. La consecuencia negativa es que si no se ha entrenado previamente, después de dar a luz será más difícil recuperar la fuerza muscular, provocando dolor, además de inestabilidad. Es por ello que el 15-25% de las mujeres tienen dolor pélvico pos-parto.

Otro claro ejemplo es que cuando el glúteo mayor es débil, ya que no ayuda a estabilizar la articulación. Ésto provoca que el bíceps femoral se tense más debido a su relación directa con el ligamento sacrotuberoso. Y no olvides lo importante que es disponer de una correcta estabilización de la fascia toraco-lumbar para mantener estable la articulación.

dolor pélvico pos-parto.

¿Cómo puedo prevenir y tratar el dolor de la articulación sacroilíaca?

Obviamente, la primera medida que debes tomar es acudir a un fisioterapeuta o a un experto que pueda realizar un buen diagnóstico. Lo creas o no, esto es importante. Por ejemplo, si tienes un punto gatillo en el músculo longísimo, el dolor se percibirá justo en la articulación sacroilíaca. Sucede lo mismo con el glúteo menor y el iliocostal. Esto significa que quizás el dolor provenga de otra zona que afecte a la articulación. No obstante, por norma general, las siguientes medidas te ayudarán:

  • Entrena para tener un glúteo fuerte.
  • No olvides entrenar la estabilidad del core. Ahora bien, 30 segundos o un minuto haciendo una plancha no es estabilidad, con series de 10-15 segundos y una buena técnica es más que suficiente.
  • Estira para mejorar la flexibilidad. Céntrate en la musculatura flexora y extensora como cuadriceps, psoas, ilíaco, isquiosurales y piramidal. Por cierto, no olvides que menos de 30 segundos estirando de forma pasiva no te servirá de mucho.

Referencias

  1. McGill, S.M. (1989). Recent advances in lumbar mechanics with relevance to clinicians. The Journal of the Canadian Chiropractic Association, 33(29:82-92.
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