Quizás estés familiarizado con las benzodiacepinas (Valium), lorazepam (Ativan) y alprazolam (Xanax), estos son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central con efectos sedantes.
Estos medicamentos están entre los más populares en todo el mundo, y se recetan con frecuencia contra los ataques de ansiedad y pánico. Sin embargo, de su consumo también debes conocer ciertas consecuencias a tener en cuenta antes de decidir tomarlos.
A pesar de que estos medicamentos pueden ser utilizados con seguridad, al tomar la decisión de consumirlos debes conocer los efectos secundarios que podrían traer a tu salud.
¿Cómo funcionan las benzodiacepinas?
Las benzodiacepinas estimulan los receptores del cerebro específicamente sobre el químico llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA), que es el principal neurotransmisor inhibidor de la sensibilidad a la ansiedad que afecta el estado de ánimo, el sueño y el dolor. Las diversas benzodiacepinas se diferencian principalmente en la rapidez y en el tiempo de respuesta.
¿Cuáles son los efectos secundarios de las benzodiacepinas?
Estos medicamentos pueden disminuir tu capacidad para pensar con claridad, afectan la memoria y reduce tu capacidad para responder a situaciones de emergencia que puedan surgir, por ejemplo, cuando estás conduciendo un automóvil u operando una maquinaria peligrosa. Estos efectos se ven hasta en las dosis más bajas que por lo general se prescriben.
Además, un estudio reciente encontró que el uso de estos medicamentos durante al menos tres meses aumenta el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer en un 50 por ciento.
En dosis altas, estos medicamentos pueden causar depresión respiratoria altamente mortal y resultar en un estado de coma. Desde el año 2000 el número de visitas a las salas de emergencia se han duplicado debido a su uso. Cuando estos medicamentos se combinan con narcóticos, el riesgo y la severidad de estos efectos secundarios se incrementa significativamente.
¿Las benzodiacepinas crean adicción?
Sí. El consumo constante aumenta la sensibilidad del cerebro al GABA, por lo que vas a necesitar más de esta droga para obtener el mismo beneficio en el tiempo, aumentando tu estado de ansiedad cuando dejas de consumirlo.
Puede ser muy difícil bajar el consumo de estos medicamentos una vez que has comenzado el tratamiento. Detener su consumo puede traer graves síntomas de abstinencia. Insomnio, irritabilidad, aumento de la ansiedad, el pánico y la inquietud son algunos de los síntomas más comunes.
¿Puedo utilizar estos medicamentos de manera segura?
Las benzodiacepinas pueden ser eficaces en el alivio de un ataque de pánico agudo o en la prevención de una situación de alto riesgo. Sin embargo, casi siempre hay mejores alternativas, que son la primera opción en el manejo de la ansiedad generalizada crónica en los pacientes que requieren medicamentos. Entre ellos:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como Sertralina (Zoloft) y Escitalopram (Lexapro).
- Inhibidores de la recaptación de norepinefrina (IRSN), como Venlafaxina (Effexor) y Duloxetina (Cymbalta).
A largo plazo, se puede llegar a la raíz del problema a través de terapias cognitivo-conductuales, las cuáles tratarán de asesorarte en la modificación de tu estilo de vida para fortalecer tus defensas contra la ansiedad.
Cuando aplicas las habilidades aprendidas en las terapias, realizas ejercicios de respiración profunda y realizas representaciones visuales puedes evitar muchos ataques de pánico antes de que se vuelvan inmanejables. Cuanto más practiques estas habilidades, más eficaces serán para manejar tu problema de ansiedad.
Finalmente no olvides que conseguir el sueño adecuado, una mejor nutrición y evitar la cafeína y el alcohol puede tener un efecto acumulativo que puede reducir o incluso eliminar la necesidad de estos fármacos.
Referencia
- Thaler, M. The Hidden Dangers of Taking Anti-Anxiety Drugs. Para Livestrong [Revisado en diciembre de 2015].
