Comenzar una dieta puede producir cierto temor. Es comprensible, cambiar tus hábitos alimenticios involucra olvidarte de aquellas patatas fritas que tanto te gustaba comer frente al televisor mientras veías tu serie favorita.
Aunque debes renunciar a estas comidas, los efectos que produce una dieta balanceada en tu organismo valen mucho más que esos placeres. Aparte de sentirte bien físicamente, verás la vida de otra manera y te sentirás con más ganas de vencer todos los obstáculos.
Por momentos puede parecer una misión complicada, pero si crees que no estás siguiendo las guías de manera correcta o que no estás logrando tus metas planteadas, te recomendamos anotar estos 6 pequeños cambios en tu dieta que te ayudarán a obtener mejores resultados.
6 pequeños cambios en tu dieta para mejorar tus resultados
1. Consume carnes magras
Uno de los primeros errores que cometemos durante las primeras semanas de una dieta es reducir el consumo de carnes. Si piensas que debes vetar por completo este ingrediente de tus comidas, no busques más, pues aquí tienes la mejor alternativa.
Las carnes magras están constituidas casi en su totalidad por fibra muscular. Lo mejor de consumirlas es que puedes obtener altas cantidades de proteínas con una baja proporción de grasas saturadas.
Estas son algunas carnes magras que puedes incluir en tu dieta:
- Pollo (sin la piel).
- Algunos cortes de ternera.
- Pechuga de pavo.
- Lomo de cerdo.
- Conejo.
- Algunos cortes de cordero.
Además, recuerda que resulta más saludable consumir estas carnes a la plancha, al vapor o a la parrilla.
2. Sigue la regla del 3+2
El tema de los snacks durante las dietas a veces se sale de control y comemos de más. Para evitar esos desajustes, es conveniente recordar la regla del 3+2.
¿En qué consiste? Es muy simple. La regla del 3+2 es seguir la distribución tradicional de los platos diarios: tu desayuno, almuerzo, cena y sólo dos meriendas.
Las porciones de los platos debe ser completa, no añadas más alimentos, ni restes ningún ingrediente. La idea es eliminar esas ansias de picar y que tu organismo obtenga los nutrientes que necesita.
Por otra parte, comer tres comidas al día evita que tu sistema digestivo esté trabajando constantemente, manteniéndolo saludable.
3. Come fruta en vez de snacks
Aunque pienses que son cantidades pequeñas, esos snacks suman calorías indeseadas a tu dieta, ya que muchos de esos productos son azucarados y procesados. En este sentido, intercambia los snacks poco saludables por frutas. Te aportarán energía, vitaminas y te mantendrán hidratado.
4. Come con calma y a horas específicas
Debido al ritmo de vida tan acelerado que llevamos, en muchas ocasiones no nos tomamos el tiempo necesario para ingerir nuestras comidas.
Comer con calma permite a tu cuerpo aprovechar al máximo tu dieta, ya que mejora tu digestión y amplifica los efectos de los nutrientes que consumes. A su vez, sentarte a comer a horas específicas mantiene el metabolismo saludable.
Así que ya sabes. Coloca la alarma en tu reloj, aparta las preocupaciones y come en sana paz. Tu cuerpo te lo agradecerá.
5. Mastica muy bien la comida
Masticar los alimentos de manera adecuada es otra recomendación que debes tomar muy en cuenta.
El arte de masticar lento y con pausa la comida ayuda a tu intestino a trabajar mejor. De esta forma, tu organismo podrá digerir de manera correcta y aprovechará por completo los nutrientes y la energía que necesitas, además de que te mantendrá en un peso ideal.
La próxima vez que te sientes a comer llévate a la boca porciones pequeñas y mastica lenta y constantemente para aprovechar estos beneficios.
6. Bebe mucha agua
Este es otro secreto que a veces olvidamos pero que te hará obtener mejores resultados con tu dieta: tomar bastante agua todos los días.
Es bien sabido que el consumo diario del líquido vital es obligatorio para nuestra supervivencia. El agua representa más de la mitad de nuestro cuerpo, transporta los nutrientes a todos nuestros órganos y nutre las células. Y esto es sólo el comienzo. Tomar agua ayuda a mejorar tu salud porque contribuye a metabolizar las grasas y sacia el apetito.
Debemos tomar entre 1 a 2 litros de agua por día. Si te cuesta retener este hábito puedes beber a intervalos regulares en vez de tomar grandes cantidades cuando sientes sed.
Conclusión
Llevar a cabo una buena dieta no es fácil, pero puedes lograrlo. Aparte del ánimo que le imprimas a tu esfuerzo, estos consejos te permitirán sobrellevar los primeros meses y potenciar la absorción de los nutrientes que consumes para obtener los mejores resultados. ¡Sí se puede!
Referencias
- Avant, M. Small Diet Changes that Yield Big Results. Para Livestrong [Revisado en junio 2018].
