La prueba de 50km de los Juegos Olímpicos de 1924 se llevó a cabo en los alpes franceses y la misma tuvo por primera vez un perfil de carrera de «subida y bajada», el inicio de la prueba fue a 1100 m sobre el nivel del mar y el punto más alto a 1800 m. Ésto dio lugar a que los atletas tuvieran que esquiar cuesta arriba con un desnivel muy exigente en la primera parte de la carrera y un descenso aterrador durante la última parte de la carrera.
Hoy día, las pistas con homologación por la Federación Internacional de Esquí para realizar eventos internacionales, cuentan con 1/3 de cuesta abajo; 1/3 de terreno cuesta arriba y 1/3 de terreno llano o levemente ondulado aproximadamente y tienen una anchura mínima preparada de 3 a 12 m, dependiendo de la disciplina (técnica clásica o skating).
Conoce cómo se desarrollaba el esquí de fondo en sus comienzos y cómo ha evolucionado hasta llegar a ser lo que conocemos ahora.
¿Cómo era el esquí de fondo tradicional?
El esquí de fondo tradicional se realizaba en el estilo clásico y los pasos utilizados eran el alterno o alternativo, el doble bastón o impulso simultáneo de los brazos y el doble bastón con impulso de piernas. En los años 80, surge el paso patinador (skating) y fue aceptado como un nuevo estilo por la Federación Internacional de Esquí en 1986.
El estilo libre o técnica skating tiene varias sub-técnicas predominantes, que son conocidas como las marchas en la nomenclatura (1. Asimetrico o paso de subida, 2. Uno-Uno, 3. Dos uno). La diferencia más grande con el estilo clásico es la velocidad a la que se puede desplazar el atleta y que el movimiento es más parecido al patinaje que a la dinámica de carrera o caminar como sí es el caso de la técnica clásica.
¿Cómo es el esquí de fondo comtemporáneo?
En los años 90 se introdujo la disciplina de velocidad llamada sprint, con una distancia de carrera de 0,8 a 1,8km. En la actualidad, las carreras de esquí de fondo comprenden diferentes distancias (0,8m a los 50 km) y dos estilos (clásico y libre) y los diferentes métodos de partida (intervalos o salidas en masa) y por último el formato Skiatlhon con un cambio de esquí obligatorio que suma un grado complejidad a este deporte.
Junto con la mejora de la preparación de la pista y los avances tecnológicos en los equipos de esquí, se ha producido un aumento en el uso de la técnica de doble bastón en las carreras de técnica clásica. En los últimos años, varios esquiadores han utilizado esta técnica exclusiva en los sprints de técnica clásica y competiciones de la copa del mundo de larga distancia.
En consonancia con este cambio, la investigación de la fisiología y biomecánica del esquí de fondo ha sugerido que una mayor proporción del entrenamiento de un esquiador debe centrarse en el desarrollo de la fuerza de la parte superior del cuerpo y la potencia aplicada.