Al llegar a los 40, es común notar que nuestro cuerpo ya no responde de la misma manera ante el ejercicio físico. Sin embargo, esto no significa que debas dejar de entrenar.
Por el contrario, a esta edad, es más importante que nunca incorporar un entrenamiento para mayores de 40 que te ayude a mantenerte fuerte, equilibrado y saludable.
A continuación, te presentamos cómo una rutina adaptada puede mejorar tu calidad de vida, prevenir la sarcopenia y fomentar la salud general.

¿Por qué es importante entrenar después de los 40?
A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta diversos cambios. La masa muscular comienza a disminuir, el metabolismo se ralentiza y las articulaciones pierden flexibilidad. Sin embargo, mantenerse activo a esta edad puede contrarrestar estos efectos.
El ejercicio adecuado puede mejorar la densidad ósea, reducir el riesgo de enfermedades crónicas y aumentar la esperanza de vida. Un entrenamiento para mayores de 40 bien diseñado ayuda a mantener la salud física y mental, a la vez que mejora el bienestar general.
Prevención de la sarcopenia: clave en los mayores de 40
Uno de los mayores desafíos para las personas mayores de 40 es la pérdida de masa muscular, conocida como sarcopenia. Este proceso natural comienza a acelerarse alrededor de los 30 años, pero se vuelve más evidente a los 40.
La sarcopenia puede llevar a una disminución de la fuerza y la movilidad, aumentando el riesgo de caídas y lesiones.
La prevención de la sarcopenia debe ser una prioridad en cualquier rutina adaptada a mayores de 40. La mejor manera de prevenirla es incorporar ejercicios de fuerza en tu rutina de manera regular. Estos ejercicios pueden ser tan simples como levantar pesas, hacer sentadillas o usar bandas de resistencia.
La clave está en mantener los músculos activos y fortalecerlos para contrarrestar la pérdida de masa muscular.
Ejemplos de ejercicios para prevenir la sarcopenia:
- Sentadillas con peso: ayudan a fortalecer las piernas y los glúteos.
- Press de banca: para trabajar la parte superior del cuerpo.
- Levantamiento de pesas: enfocado en la fuerza general.
- Ejercicios con bandas elásticas: permiten un entrenamiento de bajo impacto.
Importancia de la progresión
Es esencial aumentar gradualmente la carga de los ejercicios para estimular los músculos y promover su crecimiento. Comienza con pesos ligeros y aumenta la resistencia a medida que tu cuerpo se adapta. También es importante alternar entre diferentes tipos de ejercicios para evitar sobrecargar los mismos grupos musculares.

Ejercicio funcional: mejorar el movimiento cotidiano
A medida que cumplimos 40 años, las actividades diarias como subir escaleras, levantarse de una silla o cargar objetos pueden volverse más difíciles. El ejercicio funcional se enfoca en mejorar esos movimientos cotidianos.
Se basa en movimientos que imitan las actividades diarias para mejorar la fuerza, flexibilidad y equilibrio, lo que facilita las tareas diarias y reduce el riesgo de lesiones.
Ejemplos de ejercicios funcionales:
- Step-ups (subir y bajar escalones): mejora la fuerza en las piernas y la estabilidad.
- Sentadillas con peso corporal: fortalece las piernas y el core.
- Lunges o estocadas: mejoran el equilibrio y la fuerza de las piernas.
- Levantamientos de objetos desde el suelo: simula tareas diarias como levantar algo del suelo.
El ejercicio funcional no solo ayuda a mejorar la fuerza, sino que también es fundamental para prevenir caídas y mejorar la movilidad general.
Cómo diseñar una rutina adaptada para mayores de 40
Es importante que tu rutina adaptada se enfoque en ejercicios de fuerza, pero también en otros aspectos como la flexibilidad y el equilibrio. Al diseñar un programa de entrenamiento, asegúrate de incluir:
1. Ejercicios de fuerza
Como mencionamos antes, el entrenamiento de fuerza es crucial para prevenir la sarcopenia. Realiza ejercicios de fuerza al menos dos o tres veces por semana, trabajando diferentes grupos musculares en cada sesión. La clave está en la progresión, es decir, aumentar gradualmente el peso o la resistencia a medida que te vuelves más fuerte.
2. Ejercicios para mejorar el equilibrio
El equilibrio es fundamental a medida que envejecemos. La pérdida de equilibrio aumenta el riesgo de caídas, por lo que es esencial incluir ejercicios que lo mejoren. Puedes practicar posturas de equilibrio sobre una pierna, caminar sobre una línea recta o realizar movimientos de estabilidad utilizando una pelota de ejercicios.
3. Ejercicios de flexibilidad
La flexibilidad también disminuye con la edad, lo que puede afectar la movilidad y la postura. Incluir estiramientos en tu rutina diaria puede mejorar tu flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones. El yoga o los estiramientos suaves son excelentes opciones.
4. Ejercicio cardiovascular
El ejercicio cardiovascular sigue siendo importante después de los 40. Sin embargo, es recomendable que no realices largas sesiones de alta intensidad, ya que esto puede poner demasiado estrés en las articulaciones.
Opta por ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar o andar en bicicleta. También puedes hacer entrenamientos en intervalos de alta intensidad (HIIT) para mantener tu sistema cardiovascular en forma sin poner demasiada presión sobre las articulaciones.
La importancia de la recuperación
La recuperación es esencial para cualquier programa de entrenamiento, pero especialmente para los mayores de 40. A medida que envejecemos, el cuerpo necesita más tiempo para recuperarse.
Asegúrate de descansar lo suficiente entre sesiones de entrenamiento y considera incorporar prácticas como estiramientos suaves, masajes y técnicas de relajación para mejorar la recuperación muscular.

El entrenamiento para mayores de 40 debe ser una combinación de fuerza, equilibrio, flexibilidad y ejercicio cardiovascular. Una rutina adaptada a esta etapa de la vida es fundamental para mantener la salud general, prevenir la sarcopenia y mejorar la calidad de vida.
Escuchar a tu cuerpo, incorporar ejercicios funcionales y mantener un enfoque equilibrado en tu entrenamiento son claves para sentirte bien y activo a medida que envejeces. ¡Nunca es tarde para empezar a entrenar y mejorar tu salud!