De los tacones de aguja a las zapatillas

Es posible que estés sentado en el sofá de tu casa pensando que todo esto del entrenamiento está muy bien, que tú te pondrías a ello sin dudarlo, pero que no tienes tiempo, que tu vida es muy complicada o que no sabrías por donde empezar. O que si fuera un deporte de equipo sería más fácil, pero que automotivarse es imposible, que te vas a aburrir a los dos días. O es posible que lo hayas intentado ya, sin el asesoramiento adecuado, y te hayas desmotivado por la falta de resultados. O puede que estés sonriendo mientras lees el artículo y pienses que esto de entrenar es sólo para pretendientes de Mujeres, Hombres y viceversa, que tú no lo necesitas.

Lo mío es (¡o era!) una mezcla de todo lo anterior. Tengo 34 años y un trabajo bastante sedentario que además me obliga a viajar mucho. Algunas semanas las paso sentada en aviones y trenes. Me encanta comer y tengo debilidad por las patatas fritas, el chocolate y la carne roja. Y además casi siempre como fuera de casa y muchas veces deprisa y mal. Me muevo habitualmente en coche y me encantan los zapatos de tacón.

Aunque no tengo sobrepeso, en los últimos meses me noto peor físicamente, la ropa me aprieta un poco, la báscula no me dice cosas bonitas y las escaleras que suben al despacho de mi jefe empiezan a parecerse mucho a un un 8000.

Iván lleva meses intentando convencerme de que tenía que cambiar mi estilo de vida por otro más saludable; de que las excusas que les daba eran sólo eso, excusas. Y al final ha conseguido provocarme y picarme con un reto.Voy a empezar a entrenar.

Después de escribir esas cinco palabras he sufrido un ataque de pánico: ¿y por dónde empiezo?; madre mía, si yo no sé nada de esto y aquí la gente parece que tiene mucho nivel; seguro que me lesiono el primer día; correr es de cobardes; pero a mí quién me mandar decir que sí, con lo bien que se está en casa y con el frio que hace fuera; y me van a leer! … mira que si no soy capaz de progresar.

Por suerte o por desgracia, mi madre siempre me ha dicho que a cabezona no me gana nadie y a mí no me gusta rendirme nunca. Así que ahí va mi compromiso, por escrito y ante vosotros: durante los próximos 12 meses voy a ponerme en forma y a cambiar mi estilo de vida por otro más saludable.

Cada dos semanas os iré explicando qué objetivos concretos me voy marcando y cómo vamos a medir el progreso. Os contaré cómo son las rutinas y los descansos, qué cosas voy necesitando y como me apaño para entrenar cuando estoy de viaje. Os hablaré de mis intentos por comer de forma sana, de mi peso y de si me queda mejor la ropa. Y de las agujetas, que seguro que aparecen.

Decía George Bernard Shaw:

Las personas siempre culpan a las circunstancias de lo que son. Yo no creo en las circunstancias. Las personas que avanzan en este mundo son las que se levantan y buscan las circunstancias que quieren, y si no pueden encontrarlas, las fabrican.

Así que manos a la obra. Estáis invitados a acompañarme y espero poder compartir con vosotros todo lo que vaya aprendiendo en el camino. Y sobre todo, espero no rajarme.