El arte culinario es muy variado. Podemos mezclar y usar ingredientes de todo tipo e inventar los platos que queramos. En este sentido, existe una gran variedad de alimentos que podemos utilizar para nuestras recetas que de verdad benefician a nuestra salud, y uno de ellos es el ajo.
Este condimento lo solemos utilizar en nuestras comidas para darles un mejor sabor, aunque no huela muy bien que digamos. Contiene una sustancia química llamada aliina, que cuando la consumimos se convierte en alicina (compuesto ácido que reacciona a los radicales libres), y los destruye.
Descubre 6 trucos que te ayudarán a aprovechar el ajo al cocinar.
6 consejos para aprovechar el ajo en la cocina
1. Mantenlo en un lugar fresco, oscuro y seco
El ajo tiene dos enemigo naturales al almacenarlo: la humedad y la luz solar. Es recomendable dejar el ajo sin pelar en tu estante, y fuera del frío, puesto que las bajas temperaturas producen humedad en él.
Por ello, almacena el ajo en un lugar seco y fresco, y asegúrate de tenerlo en una bolsa de malla o cesta para que pueda tener ventilación, y que de esta manera puede durar de tres a cinco meses.
2. Pela el ajo sacudiéndolo en un frasco
La mayoría de los chefs de restaurantes saben infinidades de trucos culinarios, y uno de ellos es pelar los dientes de ajo rápidamente agitándolos o sacudiéndolos en un frasco cerrado. Para ello, lo que debes hacer es lo siguiente:
- Aplasta levemente los dientes con algún mazo de cocina o con la ayuda de una piedra.
- Mete los dientes de ajo aplastados en un frasco con la tapa sellada.
- Agita o sacude como si estuvieses haciendo un cóctel.
En 15 segundos la piel de los dientes se separará con la sacudida. Ten en cuenta que funciona mejor con el ajo seco.
3. Pela los dientes de ajo con agua caliente
Esta es otra manera efectiva de pelar los dientes de ajo. En lugar de aplastar los dientes uno por uno:
- Utiliza un recipiente con agua caliente y deja caer los dientes de ajo. La piel del ajo se separará es pocos minutos.
- Continua preparando tu comida, y luego de unos minutos retíralos, déjalos enfriar, y por último quita el resto de la piel del ajo.
4. Déjalo reposar antes de usarlo
Unos de los mejores consejos culinarios, es dejar que el ajo repose unos minutos para que su sabor se sienta un poco más y libere nutrientes y enzimas que se encuentran en él.
Luego de cortarlo o aplastarlo, deja reposar los pequeños trozos de ajo entre 5 y 15 minutos. Luego puedes añadirlos a tu comida.
La exposición desencadena una reacción enzimática que aumentará los compuestos saludables y potenciará el sabor en el ajo.
5. Haz tu propio ajo en polvo o sal de ajo
No hay nada mejor que condimentar nuestras comidas con ajo. Existen distintos tipos de presentaciones en las que podemos adquirir este. Sin embargo, el ajo en polvo o la sal de ajo mayormente son procesados y pierden su sabor al momento de su elaboración.
Para preparar tu propia sal de ajo:
- Precalienta el horno a 180 grados.
- En un procesador de alimentos, coloca una cabeza de ajo pelado con una taza de sal Kosher (sal pura), durante 20 segundos, antes de esparcir la mezcla uniformemente sobre una bandeja de hornear y meterla al horno.
- Una vez seco el ajo (aproximadamente una hora), sácalo y colócalo en el procesador de alimentos para separar los los trozos restantes.
Para preparar tu propio ajo en polvo:
- Precalienta el horno a 150 grados.
- Corta ligeramente de 8 a 10 dientes de ajos, colócalos en una bandeja y cúbrelos con papel de hornear.
- Mételos en el horno y asegúrate de que el ajo se seque, pero sin que adquiera una tonalidad marrón. (Alrededor de 90 minutos a 2 horas).
- Sácalos del horno, espera a que se enfríen y muela los dientes en un molino de especias, o mortero.
- Almacena el polvo de ajo en un recipiente o frasco hermético y lejos de la humedad. Este se conservará por varios meses.
6. Frota tus manos en acero inoxidable para eliminar el olor
No hay nada más desagradable que el olor a ajo en tus manos luego de cocinar, ¿cierto? Afortunadamente, existen formas de eliminar o por lo menos disminuir el hedor del ajo de tus manos. Una de ellas es el acero inoxidable.
Para conseguirlo, frota tus manos continuamente por unos segundos en alguna superficie de acero inoxidable. También puedes utilizar el lavaplatos o fregadero.
Esta técnica funciona porque las moléculas de acero se unen con el residuo de azufre que deja el ajo en las manos. También funciona para la cebolla y el pescado.
Conclusión
Así como estos, existen muchísimos más trucos que puede utilizar en tu cocina y aprovechar muchísimo más el ajo. Recuerda que:
- El ajo nunca debe estar en sitios húmedos, esto sirve para que pueda durar un poco más.
- Puedes pelar el ajo también al aplastarlo con ayuda de un mazo de cocina y quitar el resto de piel.
Referencia
- Jones, O. 10 Incredible garlic hacks. Para Livestrong [Revisado en octubre de 2017]
