El mundo actualmente está obsesionado con la limpieza, con “combatir” a los gérmenes y las bacterias y por mantener olores “puros” y con alejarnos de la “suciedad”. No está mal querer estar limpios y oler agradable, pero ¿qué pasa si en la búsqueda de esas cosas terminamos haciendo un daño mayor?
Hay personas que se jactan orgullosamente de ducharse varias veces al día. Argumentan que es lo más sano y que son personas sumamente aseadas y pulcras. Pero muchos estudios han demostrado que ducharnos a cada rato afecta nuestro sistema inmunológico y que crea más problemas de los que resuelve.
Descubre qué dice la ciencia acerca de la frecuencia con la que debemos ducharnos.
¿Cada cuánto tiempo debemos ducharnos?
Hay un sistema biológico en cada cuerpo humano llamado microbioma. Este sistema no es más que el conjunto de bacteria, virus y microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, los cuales son los encargados de muchas funciones, entre las que destacan el control inmunológico y la regulación de varios sistemas como el digestivo y el circulatorio.
Ducharnos utilizando productos de limpieza, como el jabón o el champú, afectan directamente el microbioma de nuestra piel, creando directamente una debilidad en ella y por consiguiente en todo nuestro sistema. Nuestra piel, con su microbioma tiene todas las propiedades necesarias para protegernos, además que segrega por si sola los elementos necesarios para mantenerla fuerte y humectada.
Por lo tanto, ducharnos demasiado y utilizar fuertes productos de limpieza aniquila el microbioma de nuestra piel, causando una deficiencia inmunológica. Ésto se confirma más con el descubrimiento de que las personas de ciudad, que están acostumbradas a ducharse a menudo, tienen un sistema inmunológico mucho más débil que las personas de campo o de culturas que están acostumbrados a ducharse rara vez.
¿Cómo deshacernos de nuestro olor sin ducharnos?
Es probable que hoy en día existan maneras de lidiar con los malos olores sin tener que ducharse necesariamente. Sin embargo varias personas se utilizaron a sí mismos como experimentos y pasaron un buen tiempo sin ducharse, para ver que ocurría con su olor corporal. Acabaron descubriendo que luego de un tiempo el cuerpo se autorregula y deja de oler mal.
Esto nos demuestra que los malos olores son producto de entrometernos en el funcionamiento de nuestro microbioma y que si lo dejamos actuar con naturalidad mantendrá un sistema en el cual no despediremos malos olores.
Conclusión
La ciencia ha demostrado a través de varios experimentos y documentaciones que hay más beneficios en no ducharse o ducharse poco que ducharse a menudo. Sin embargo para la mayoría de personas que vivimos en sociedad la idea de no ducharnos choca mucho y probablemente no la implementemos. No obstante, deberíamos aprender un poco de la ciencia y tratar de potenciar nuestro sistema inmunológico duchándonos solo cuando es necesario y utilizando productos poco invasivos.
Referencia
- Letzter, R. How often should you shower. Para Business Insider. [Revisado en septiembre de 2017].
