¿Alguna vez has conocido a alguien que perdió muchísimo peso y después de un tiempo lo recuperó? Al igual que poner vasos debajo de las goteras, las dietas y planes de ejercicios no son más que soluciones pasajeras si es que no se ataca el problema de la raíz.
Puede que el aumento de peso no sea en sí una enfermedad, pero trae diversas consecuencias para el organismo que no son precisamente agradables. Una o dos tallas más de pantalón son el menor de los problemas.
La obesidad puede contribuir a una serie de graves problemas de salud como la diabetes tipo II, derrames cerebrales, e incluso cáncer y diversas enfermedades del corazón. Sí, esta no es sólo una cuestión estética: mantenerse en el peso ideal es un componente clave de la buena salud. No sólo el cuerpo se hallará más fuerte contra las enfermedades debilitantes, sino que además asegurará una mejor calidad de vida.
En este sentido, el método holístico tiene mucho que ver con ejercicios y alimentación sana, pero esa es sólo una parte del proceso. Lo primero que hay que hacer es plantearse las siguientes interrogantes:
- ¿Por qué como más de lo debido?
- ¿Cómo puedo comer de una manera más saludable?
- ¿Por qué no hago suficiente ejercicio?
- ¿Cómo puedo mejorar mi rutina?
- ¿Qué factores físicos, psicológicos y sociales están contribuyendo a mi plan de pérdida de peso?
Encontrar estas respuestas son clave para evitar entrar en el círculo vicioso de las continuas subidas y bajadas de peso corporal.
7 hábitos holísticos para perder peso
Estas son las mejores herramientas dentro del método holístico para ayudarte a perder peso:
1. Mensajes positivos
¿Puedes imaginar un mundo en que la comida no sea tu peor enemigo? Desde pequeños a muchos les inculcaron la acción de comer como un premio, una penitencia o un ejercicio de autocontrol. Las personas cuyos padres utilizaban la comida como medio de control para inculcar disciplina, por ejemplo, suelen ser unos de los primeros en tratar con la obesidad.
Una forma de romper este patrón es mediante mensajes positivos: frases como «Puedo controlar mi alimentación« o «Quiero que mi ansiedad pase pronto« pueden ayudar a reforzar el comportamiento positivo. Del mismo modo, pensamientos positivos, tales como «Me encanta estar sano« o «Estoy orgulloso de que comí hoy de forma responsable« pueden ayudar a replantear tu relación con la comida.
2. Meditación
Es una de las técnicas holísticas más versátiles, útiles en todos los ámbitos. Ayuda a quienes la practican a ponerse en contacto directo con sus emociones como nunca antes.
La meditación puede, por ejemplo, hacerle ver a los comedores compulsivos cómo usan la comida para lidiar con sus problemas emocionales; incluso puede orientarles a entender las señales que les da su cuerpo cuando tiene hambre o está satisfecho.
Ambos mecanismos, trabajando juntos, son capaces de dar solución a una de las causas subyacentes de comer en exceso.
3. Psicoterapia
La TTC —terapia cognitivo-conductual— busca alterar el comportamiento y modificar las creencias para lograr un objetivo específico, como por ejemplo la pérdida de peso. Mediante herramientas psicológicas, el terapeuta ayuda al paciente a sustituir patrones de conducta negativos establecidos desde hace mucho tiempo por comportamientos productivos. Por ejemplo, puede explorar creencias tales como «si estoy molesto, merezco comer», así como ayudar a replantear la obsesión con la imagen corporal.
4. Autocontrol
Llevar un diario o registro de tus comidas puede ayudarte a ser consciente de todo lo que comes y por qué. A veces tan sólo ver una lista de todo lo que consumes en un día ayuda a disminuir en gran medida los viajes a la cocina. Puede que esta sea una de las partes más duras, pero requiere de una gran fuerza de voluntad. Debes ser consciente de lo que quieres, y poner ese objetivo por encima de los deseos efímeros.
5. Visualización
No te emociones, no vas a perder un solo gramo con sólo sentarte y pensar en ello. Sin embargo, la visualización es un excelente hábito para mantener los ojos en tu objetivo a largo plazo.
Para que funcione bien, asegúrate de que tu tiempo de visualización te transporte a un cuerpo más sano, más ágil: mientras más real lo sientas, más lo desearás. Te recordará por qué no te comiste esa hamburguesa doble y todas las horas de ejercicio., incluso puede ayudarte a imaginar los patrones de comportamiento y estilo de vida necesarios para alcanzar tus objetivos.
6. Hacer ejercicio físico
Esta es la parte que todo el mundo conoce, pero que no esperan con demasiado entusiasmo.
La actividad física, en conjunción con una dieta sana, es un componente principal de la pérdida de peso global. El ejercicio hace más que quemar calorías:
- Cambia la química liberando neurotransmisores potentes.
- Fortalece y revitaliza los músculos.
- Aumenta la energía.
- Contribuye a la felicidad, tranquilidad y a una sensación de bienestar.
Cualquier intento de pérdida de peso no estaría completo sin la actividad física. Encuentra una rutina que se dirija a tus necesidades individuales, que te rete apropiadamente y que realmente te haga disfrutar. Encontrar la alegría en el cuidado de uno mismo es la piedra angular de la medicina holística y la clave para un ritual de ejercicio físico como hábito.
7. Adaptación y conexión
No existen dos personas iguales, por lo tanto, no pueden existir dos rutinas iguales. Cada uno de los hábitos anteriormente mencionados estarán destinados —y condicionados— por tus intereses y objetivos. Sin embargo, hay algo que debes tomar en cuenta: cada uno es una parte de un ser total, y por lo tanto, deben estar conectados.
Por ejemplo, medita después de hacer ejercicio, reflexiona sobre el día después de la terapia, participa en mensajes positivos a medida que avanzas sobre tu rutina… puedes combinar este y otros hábitos holísticos para optimizar su resultado.
Referencias
- Wickstrom, Per. 7 Holistic Techniques for Losing Weight. Para Greatist [Revisado en julio de 2016].
