Mediante diferentes señales, algunas más evidentes que otras, el organismo manifiesta cada una de sus necesidades y padecimientos. Por ejemplo. cuando el cuerpo requiere de alimento, nos lo hace saber de forma natural e inmediata: comienzas a bostezar, te duele el vientre y te pones de mal humor. De la misma forma, el cuerpo nos avisa cuando está agotado y necesita algunas horas extra de sueño.
Aprende a reconocer los 7 signos más obvios de que necesitas dormir más y consigue un mejor descanso de tu organismo.
6 señales de que necesitas dormir más
1. Te apoyas en clichés para hablar con los demás
¿Tus conversaciones no salen de los lugares comunes últimamente? ¿Usas constantemente expresiones prefabricadas? No, eso no quiere decir que estés perdiendo la creatividad. Puede que, en lugar de un ajuste de personalidad, simplemente necesites dormir un poco más.
Algunos estudios muestran que el acto de quedarse despierto toda la noche puede igualar los niveles de incapacidad que cuando estás borracho. En este estado, es posible que comiences a abusar de muletillas y comentarios enlatados para hacer trabajar lo menos posible a tu cerebro.
Y no se trata sólo de los clichés. La gente privada de sueño puede actuar como si estuviera borracha, con un discurso arrastrado y con problemas para encontrar las palabras adecuadas para comunicarse. Todo eso sin mencionar el mareo excesivo que conlleva sobreutilizar la materia gris.
2. Te encuentras de mal humor
Si últimamente te molesta hasta el ruido que hace la gente al tragar líquidos, puede que sea hora de poner la cabeza sobre la almohada otros cinco minutos. Robert Rosenberg, médico especialista en el sueño y autor de un libro fantástico para dormir mejor, afirma que las personas privadas de sueño tienden a ser más sensibles a los estímulos a su alrededor: ríen más, lloran más, se enfadan más, etc.
Un estudio incluso muestra que las personas que han dormido insuficientemente sufren para leer adecuadamente las expresiones faciales, y empiezan a ver a las personas no amenazantes como agresivas. Como te podrás imaginar, esto envía a las personas a una espiral emocional peligrosa, pensando que el mundo está en contra de ellos.
3. Sueles enfermar con frecuencia
¿Ya se te acabaron los pañuelos y sientes que otro resfriado viene en camino? Puede que seguir tomando medicamentos no sea la solución. No, no se trata de un complot, tu cuerpo no te odia y quiere revelarse contra ti. La respuesta es mucho más sencilla: tu sistema inmunológico está más débil y sufriendo para rechazar a los gérmenes con los que entras en contacto cada día.
Estudios recientes no sólo demuestran que las personas que duermen menos de cinco horas son menos activas, sino que además son más propensas a sufrir un resfriado que aquellas que duermen durante seis horas.
4. Tienes muchos antojos
¿Te encuentras a ti mismo excavando en un pote de helado justo después de haber acabado con una pizza de tamaño familiar con extra de queso? No desesperes, hay algo que puedes hacer para lidiar con eso: dormir.
Estudios demuestran que dormir poco conlleva a bajar los niveles de leptina, la hormona encargada de calmar el apetito, así como incrementar los niveles de grhelina, la hormona del hambre. Otro estudio incluso halló que los participantes que durmieron por cuatro horas y media durante cuatro noches consecutivas mostraron un incremento en su sensibilidad a la insulina y un elevado riesgo de padecer diabetes, incluso cuando no cambiaron su dieta.
5. No eres capaz de tomar decisiones
Algunas decisiones son siempre difíciles de tomar, y siempre hay días en los que cualquier decisión pareciera de vida o muerte.
Cuando estás corto de sueño, hay un menor flujo de sangre en la corteza prefrontal, área del cerebro responsable del pensamiento crítico. Esto no sólo afecta tu forma de planear, organizar y ejecutar funciones, sino que además disminuye significativamente tu atención.
Así que, ya que te cuesta tanto escoger, te echaremos una mano: entre ver otro episodio de tu serie favorita o dormir unos 40 minutos extra, escoge los 40 minutos.
6. Pierdes tu libido
¿Los únicos impulsos que te nacen en la cama son los de dormir? ¿El deseo sexual no existe? Algunos estudios han encontrado que la privación del sueño puede bajar los niveles de testosterona, encargada de prolongar la pasión de la intimidad con la pareja.
7. Tu piel se deteriora
Si te despiertas en la mañana con acné en tu cara, no pienses que tus años de secundaria han vuelto para acosarte. Es una reacción perfectamente normal cuando estás privado del sueño o sobre estresado.
Hábitos pobres de sueño pueden hacer que tu piel sea menos firme y esté deshidratada. En una sola y aterradora palabra: más viejo.
Agradécele este efecto al cortisol. Esta hormona se estimula en gente estresada con poco sueño, y puede romper el colágeno de la piel, lo que hace que deje de estar naturalmente suave.
Conclusión
Dormir es muy importante para tu cuerpo. Todos amamos estar descansados y sentirnos alerta, pero hay otras utilidades para nuestro organismo derivadas de esta actividad: desde reparar células de tu piel dañada hasta liberar toxinas que construyen tu cerebro.
Si notas alguno de los signos de arriba mencionados, es momento de pensar en la cantidad y calidad de tu sueño. Por suerte, la mayoría del tiempo estos problemas se pueden arreglar con un poco de esfuerzo para recuperar esas horas de descanso.
Ya lo sabes: coloca tu cabeza sobre la almohada y comienza a contar ovejas.
Referencias
- Cattel, Jef. 7 Subtle and Slightly Bizarre Signs You Need More Sleep. Para Greatist. [Revisado en diciembre de 2016].