Durante mucho tiempo hemos oído hablar de que la leche es una importante fuente de proteínas de alto nivel biológico, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo y potasio. Por ello, se considera que su consumo, especialmente en edades determinadas como la infancia y la adolescencia es importante para el desarrollo y la preservación de los huesos. No obstante, ¿deberíamos recortar el consumo de lácteos en nuestra dieta?
La respuesta es clara para aquellas personas que son alérgicas a la leche o intolerantes a la lactosa. Sin embargo, para aquellas personas que no sufren de estas afecciones, es necesario examinar los pros y contras del consumo de lácteos en la dieta.
6 razones por las que el consumo de leche es saludable
1. Contiene macro y micronutrientes
La leche contiene hidratos de carbono (lactosa y oligosacáridos), vitaminas (A, B12, riboflavina, tiamina, ácido fólico) y minerales (calcio, magnesio, fósforo, potasio y vitamina D), que son importantes para la salud ósea y la presión arterial.
2. Es rica en proteínas de alto nivel biológico
La leche es rica en proteínas de alto nivel biológico, ya que contiene hasta 20 tipos de aminoácidos. Las proteínas son parte importante de una dieta saludable y pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes (tipo 2) y otras enfermedades.
3. Mejora la densidad ósea
El consumo de los productos lácteos mejoran la densidad ósea y fortalecen los huesos. Así mismo, puede prevenir en ancianos la osteoporosis e incluso la hipertensión.
4. Confiere un buen sabor a las comidas
La adición de lácteos a las comidas las lleva a otro nivel, en cuanto a gusto y satisfacción. Esto no es un hecho nutricional, pero piensa lo que el queso le hace a la pizza y para qué sirve la mantequilla.
5. Te hacen sentir saciado
Las proteínas de los lácteos te hacen sentir más saciado, lo cual puede producir la reducción del consumo de alternativas menos saludables y con un alto contenido de azúcar.
7 razones para evitar el consumo de leche
1. Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa produce afecciones como diarreas, náuseas, calambres, distensión abdominal y gases; generalmente a los 30 minutos de haber consumido productos lácteos.
2. Contiene grasas saturadas
Algunas comidas como la pizza, los helados, el queso o la crema espesa tienen un alto contenido de grasas saturadas y, si se comen en exceso, pueden generar un aumento de peso.
Diferentes estudios demuestran que comer una cantidad moderada de grasas saturadas no es malo para tu salud; pero si quieres perder peso deberías dejar de consumir lácteos, ya que esto podría ayudarte a alcanzar tus metas.
3. Produce mucosidades
El consumo de leche favorece la producción de mucosidades, siendo la caseína (una de las principales proteínas de la leche), la responsable de ello. Sin embargo, es una evidencia anecdótica, ya que no existe en la actualidad muchos estudios científicos que lo respalde.
4. Relación con la aparición de enfermedades
La leche contiene la hormona del crecimiento IGF-1 (factor del crecimiento similar a la insulina), la cual si bien es cierto es necesario para el crecimiento de los niños, también se asocia con la aparición de acné, problemas de próstata y cáncer de mama.
5. Altos niveles de estrógeno
Las vacas tienen altos niveles de estrógeno, los cuales son transmitidos a su leche. Los altos niveles de estrógeno en el ser humano se han relacionado con el padecimiento de cáncer de mama y de próstata.
6. Puede reducir la resistencia de los huesos
Consumir demasiados productos lácteos realmente pueden reducir la resistencia de los huesos, debido a su alto contenido de retinol (vitamina A), que en grandes cantidades puede debilitar los huesos.
7. Problemas ambientales
Las granjas lecheras tienen un impacto ambiental significativo, ya que su existencia se asocia con problemas ambientales como emisiones de gases de efecto invernadero, contaminación de las fuentes de agua y afectación del suelo por el uso de métodos de cultivos insostenibles.
¿Debemos recortar el consumo de lácteos?
Si no eres intolerante a la lactosa o alérgico a los lácteos, puedes comer pequeñas cantidades que te ayudarán a mantener una dieta equilibrada. Sin embargo, en virtud de lo dicho anteriormente, trata de evitarlos o limitarlos tanto como sea posible, consumiéndolos como un regalo ocasional en alguna comida que los contenga.
Puedes probar dejar de consumirlos durante una semana y observa cómo te sientes. Muchas personas informan altos niveles de energía y una sensación general de bienestar cuando recortan el consumo de lácteos. Particularmente, el dejar de consumir lácteos puede minimizar la sensación de pesadez característico del consumo de alimentos grasos, lo cual nos deja espacio para la ingesta de alimentos más sanos y nutritivos.
No obstante, si insistes en consumir productos lácteos como parte de tu dieta, prefiere aquellos que provengan de vacas criadas en espacios naturales, alimentadas con pasto, ya que contienen mayores cantidades de ácidos grasos omega-3 y altos niveles de vitaminas liposolubles. Por el contrario, si decides eliminar los lácteos de tu dieta, considera que existen muchas fuentes de alimentos ricos en calcio, tales como verduras de hoja verde, brócoli, frijoles y tofu.
Conclusión
La leche es un alimento muy completo ya que es fuente de minerales, vitaminas, proteínas, grasas e hidratos de carbono, los cuales son esenciales para el desarrollo y crecimiento. Su consumo durante la infancia y adolescencia ayuda a mantener huesos fuertes y a prevenir la osteoporosis en la edad adulta. Sin embargo, su consumo puede producir afecciones a la salud, tales como diarreas, náuseas, calambres, distensión abdominal, gases, acné y enfermedades como cáncer de mama y de próstata.
Por ello, si no eres alérgico o intolerante a los lácteos, trata de evitarlos o limitarlos tanto como sea posible, consumiéndolos en pequeñas cantidades, a fin de mantener una dieta equilibrada.
Referencia
- Wang, J. ¿Should You Cut Dairy From Your Diet? Para Livestrong [Revisado en abril de 2018].